Segundo debate presidencial EEUU: el machismo sigue presente

Eduardo Aguayo
Eduardo Aguayo
Biólogo y otras cosas, gay, padre.
- Advertisement -

 
Esta noche se celebró el segundo debate presidencial entre Trump y Clinton. Todas las personas estábamos expectantes sobre cómo reaccionaría el multimillonario reconvertido en candidato tras la salida a la luz de la grabación donde se jactaba de poder hacer lo que quisiera a las mujeres, desde asaltarlas a, literalmente, “agarrarlas del coño”.
Su defensa ha sido, básicamente, decir que se trataba de una conversación privada “entre hombres”.
En España hemos presenciado cómo violadores en sus grupos de WhatsApp hacían lo mismo: enorgullecerse de sus ataques a mujeres, convertidas en simples objetos de usar y tirar.
Otro de los argumentos que ha usado Trump es llevar a un grupo de mujeres que en su día acusaron a Bill Clinton de ataques sexuales. El mensaje es claro y apunta a que las mujeres siempre tienen que acarrear con la culpa de lo que hagan sus respectivos maridos o parejas, «la culpa siempre es de la mujer».
Como ya es habitual, las acusaciones contra Hillary se centran en calificarla de fría y distante. Lo que en otros candidatos sería encomiable, por saber mantener distancia frente al contrincante o poder mantener la calma en una posible situación crítica, en el caso de Hillary se convierte en una crítica y una acusación sin piedad.
Tras el debate, he podido leer en las redes que a Hillary se le llama “abuela”, y es que no hay cosa que el patriarcado odie más que una mujer que, bajo sus parámetros, haya dejado de tener las cualidades de mujer abnegada de curvas perfectas.
El tema de salud también es una constante que pesa sobre una losa, curiosamente cuando Trump es mayor que Hillary.

No hay cosa que el patriarcado odie más que una mujer que, bajo sus parámetros, haya dejado de tener las cualidades de mujer abnegada de curvas perfectas.

Presidentes con problemas de salud han existido siempre en la Historia de Estados Unidos. Por ejemplo, Wilson sufrió un derrame cerebral el 2 de octubre de 1919, tras un historial de hipertensión desde al menos 1906. El lado izquierdo de su cuerpo quedó paralizado y su habla resultó comprometida. Durante los últimos días de su presidencia, su esposa Edith tomó las decisiones en su nombre.
Otro ejemplo fue la enfermedad cerebrovascular de Franklin Delano Roosevelt. Se conocía su lucha contra la poliomielitis, pero finalmente la causa de su muerte a los 63 años fue un derrame cerebral
Más recientemente, se cuentan dos episodios graves de disfunción cognitiva transitoria que sufrió Reagan. El primero sucedió tras el intento de asesinato en abril de 1981. Las decisiones importantes fueron tomadas por un grupo de asesores políticos superiores a los que nadie había elegido. El segundo episodio sucedió tras la anestesia a la que Reagan fue sometido en la operación quirúrgica de su cáncer de colon en 1985.
John F. Kennedy, sufría una insuficiencia suprarrenal llamada enfermedad de Addison. Tomaba mucha medicación de manera continua.
¿Por qué el hecho de haber sufrido una neumonía, que es un episodio puntual, es algo de lo que tiene que defenderse Hillary constantemente? Por ser mujer y mayor.
Queda un mes de campaña y un mes de machismo donde nos queda mucho por ver.
 

- Publicidad -

Comentarios

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Síguenos en redes

Últimos artículos

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad