Periodismo sexista en fuera de juego

Cristina Guiu Monte
Cristina Guiu Monte
Politóloga y periodista. Especializada en violencia de género. Feminista.
- Advertisement -

El periodismo es el arte de contar historias y como todas las disciplinas artísticas hay distintas versiones de un mismo hecho, y eso, como lectora y como periodista es algo que te atrapa. En la facultad de entre todas las especialidades posibles, está la de periodismo deportivo que a su contenido teórico tiene que añadir  un extra de coaching para convencer a los y las periodistas del futuro de que esta disciplina no es un periodismo low cost.

Es evidente, hay cierto clasismo entre ramas periodísticas, no sólo a ojos de los periodistas, sino también al otro lado del aparato. Ya sea en pantalla, en papel o en digital, los datos apuntan en una dirección: la información deportiva está en auge. Según el informe más reciente del Estudio General de Medios (Octubre 2014 – Mayo 2015), en España el periódico más leído es el Marca (2.344.000 lectores diarios), lejos del segundo, El País (1.504.000), y del tercero, el también deportivo As (1.239.000).

Así que ahora más que nunca, cuando hablamos de deporte y medios de comunicación de masas, no nos referimos a ejercitar los músculos y oxigenar los pulmones. Hablamos de negocio, de dinero y de poder. ¿Y qué nos venden? Emoción, superación y una llamada constante al imaginario común. ¿Os acordáis del anuncio de Cola Cao en el que salía la madre de Rafa Nadal? Tiene dos o tres lustros, pero es imposible de olvidar, porque cada cierto tiempo, recurren al tópico de ensalzar la maternidad. Para Río 2016 reeditan la idea en la campaña ‘Gracias Mamá’ (P&G). Y es que ese es uno de los papeles que nos reserva la prensa deportiva. Podemos ser las madres, las novias, las ex novias, las amigas, cualquier relación vale, siempre y cuando no nos salgamos de nuestro rol de invitadas, y priorizando cuestiones extradeportivas a la información deportiva.

Y es que ese es uno de los papeles que nos reserva la prensa deportiva. Podemos ser las madres, las novias, las ex novias, las amigas, cualquier relación vale, siempre y cuando no nos salgamos de nuestro rol de invitadas

Puede que no sea intencionado pero, a menudo se refuerzan los roles tradicionales femeninos hablando de las relaciones personales de las deportistas, de sus planes de maternidad, o de su gusto por la moda (cuestiones que jamás salen en las entrevistas a deportistas masculinos).

Lo que no encuentra encaje ni justificación ninguna es la utilización que se hace del cuerpo femenino como cebo para fidelizar lectores y sumar clics. Sólo hay un motivo posible: la información deportiva es un coto cerrado para el macho, y por eso le damos lo que pide: fútbol, páginas de contactos, y el balón rosa (que es una sección del diario Sport en la que invita a sus lectores descubrir «la cara más sexy» del mundo del deporte).

Sólo hay un motivo posible: la información deportiva es un coto cerrado para el macho, y por eso le damos lo que pide: fútbol, páginas de contactos, y el balón rosa.

Parecía que en Londres 2012 algo había cambiado, porque a golpe de estadística la victoria fue para ellas. El 44% de deportistas que participaron en las Olimpiadas de Londres 2012 fueron mujeres y no fallaron porque volvieron a casa con 11 de las 17 medallas de la delegación. Quedan muchas competiciones pendientes en Río 2016, pero de momento, la únicas medallas del medallero español son las de Mireia Belmonte. La catalana se estrenó con un bronce y acaba de colgarse el oro en 200 mariposa. Espero que esta vez, la laureada nadadora pueda zafarse de los recurrentes sobrenombres como sirena, reina, princesa, y la llamen campeona, que es lo suyo.

El 44% de deportistas que participaron en las Olimpiadas de Londres 2012 fueron mujeres y no fallaron porque volvieron a casa con 11 de las 17 medallas de la delegación.

Y es que, a pesar de estar en el lugar adecuado, se invisibiliza sistemáticamente a las mujeres en los medios. Según una investigación de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), la mujer tan solo aparece en un 5% de los casos, mientras que el hombre lo hace en más de un 92%.

Y si se hacen visibles, se las ningunea o infantiliza, así que cuando aparece, lo hace a regañadientes. Recientemente leíamos «Messi, Higuaín y una mujer, candidatos al mejor gol del año en Europa». Que tú lo lees y piensas que igual era una percebeira que pasaba por el estadio, se puso el uniforme, tropezó y marcó un gol. ¡Pero no! era una jugadora profesional de fútbol que marcó un gol de chilena, un gol soñado por los más grandes. Por cierto, ella era Camille Abily del Olympique Lyonnais.

El periodismo deportivo está plagado de buenos profesionales pero a menudo nos da una patada en la boca del estómago para recordarnos que el deporte también es territorio machirulo. Ni siquiera la gran cita del deporte mundial se libra del tratamiento sexista y machista de las informaciones, a menudo rozando el baboseo. En estos Juegos hemos podido ver que el abanico sexista es variado pero siempre denigrante y alejado de los méritos deportivos. Cuestionan su físico llamándolas buenorras, y no importa la disciplina, desde lanzamiento de pértiga con Allison Stokke a fútbol con Hope Solo (por cierto, la mejor portera de fútbol del mundo) o gordas, refiriéndose a la guardameta angoleña Teresa Almeida o la gimnasta Alexa Moreno; o atribuyendo el mérito cuando ganan a otros, en este caso a su entrenador, porque la nadadora Hosszu es entrenada por su marido; o, directamente, concediendo el mérito de la victoria a un estilo masculino en la práctica deportiva, en alusión a Katie Ledecky (lleva 3 oros y 1 plata en Río porque nada como un tío, no porque sea la mejor). De verdad, esto parece ciencia ficción. Lamentablemente no lo es. Sólo hay que abrir el periódico.

Cuestionan su físico llamándolas buenorras, y no importa la disciplina, desde lanzamiento de pértiga con Allison Stokke a fútbol con Hope Solo (por cierto, la mejor portera de fútbol del mundo) o gordas, refiriéndose a la guardameta angoleña Teresa Almeida o la gimnasta Alexa Moreno; o atribuyendo el mérito cuando ganan a otros, en este caso a su entrenador, porque la nadadora Hosszu es entrenada por su marido…

Es una línea editorial androcéntrica  y reduccionista. Quizás sirva a corto plazo para incrementar el flujo de visitas a una web o aumentar el share pero la sociedad, el deporte y el periodismo están cambiando. Pero no en la dirección que ustedes van, a la búsqueda de más espectacularización, más fútbol, más amarillismo, sino hacia la especialización y la profundidad en las historias, hacia la diversificación de los contenidos dando más espacio a todo lo que no es fútbol.

Se trataba de contar historias ¿recuerdan? Y ustedes han querido contarnos sólo una, la patriarcal, blanca y heterosexual. Como dice la escritora nigeriana Chimamanda Adichie “las historias pueden quebrar la dignidad de un pueblo, pero también pueden reparar esa dignidad rota”. Durante años la historia única nos ha hablado de los méritos deportivos masculinos, ignorando las historias y hazañas deportivas de nuestras atletas. La buena noticia es que el cambio está en nuestras manos, porque las historias se escriben cada día en nuestras redacciones y porque nos hemos cansado de ver, oír y callar ante una violencia machista que opera también en las canchas, los tartanes y las piscinas.

Algunos contenidos sexistas informando de deporte…

Rio_portera

Rio_williams

Rio_winifer

 

- Publicidad -

Comentarios

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Síguenos en redes

Últimos artículos

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad