Un Congreso de los diputados cuantitativamente paritario, unas listas electorales paritarias, partidos políticos que asumen -así afirman- la agenda de la igualdad y sin embargo hoy nos han dejado, una vez más, para la hemeroteca y la conciencia de las personas que sí quieren cambiar la realidad una lamentable fotografía: la constatación de que la política actual está sobrecargada de masculinidad.
Reunión para reducir el gasto electoral
Hoy se han reunido los partidos políticos para tantear la posibilidad de reducir gastos electorales. La imagen del encuentro es desoladora. La mayoría de los partidos políticos convocados exhiben pletóricos la sobreabundancia de testosterona, salvo la excepción del PSOE e IU que tímidamente cada uno de ellos aporta una mujer. Dos mujeres entre trece varones o lo que es lo mismo una paupérrima representación del 13% de mujeres en cuestiones que atañen a la toma de decisiones.
La reunión concluye sin acuerdo alguno, pero dos son las lecturas y no una: de un lado, la ausencia de voluntad política para llegar a un acuerdo de mínimos en asuntos como la reducción de gastos y, por otro lado, y no menos relevante, la evidencia absoluta de que la política actual, por muy plural que sea, sigue por los derroteros “viejunos” de la impronta masculina.