El pasado 18 de noviembre fallecía la cantante de soul y funk Sharon Jones.
Sharon Jones era la menor de 6 hermanos. Se crió en Brooklyn, Nueva York. Trabajó como funcionaria de prisiones en una cárcel del Bronx. Le encantaba James Brown. Por supuesto, cantaba gospel en su iglesia. Y, cuando podía, actuaba en clubs, bares, donde fuera, con grupos de soul y funk. Cantó con Lee Fields, con Lou Reed, y compartió banda con Amy Winehouse.
Sharon Jones lanzó su primer disco en el año 2002 con los Dap-Kings, con los que sacó otros cinco discos más. Dicen que el éxito le llego tarde, ya cumplidos los 40 años. Pero viéndola actuar en 2014 en Madrid, presentando el disco que lanzaba ese año, Give the People What They Want, con 58 años y el cáncer que le diagnosticaron en 2013 dándole una tregua, lo último que pensábamos las que estábamos allí era que el éxito le había llegado tarde.
Más bien lo que pensábamos, viéndola cantar y bailar sin descanso, con una energía y una voz extraordinaria, era que menos mal que le había llegado.
Larga vida a Sharon Jones, y al éxito tardío que nos ha permitido conocer y disfrutar a una artista tan poderosa como ella.