«Una de las formas de explotación de las mujeres y niños es la gestación subrogada», que, en palabras del Dr. García Pérez, «se aprovecha de la necesidad de mujeres sin recursos». Así se abordó la cuestión del alquiler de vientres en la mesa de Tráfico de Menores en la Jornada sobre la trata de personas, organizada por la Organización Médica Colegial (OMC) a través de la Fundación para la Cooperación Internacional (FCOMCI) y el Consejo Federal de Medicina de Brasil (CFM).
Vientre de alquiler: Los niños y niñas se convierten en un producto de mercado
Para abordar el tráfico de menores desde una perspectiva social se contó con la participación del Dr. Jesús García Perez, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social (SEPS). El experto, que trabaja como coordinador médico en la ONG del Padre Ángel, Mensajeros de la Paz, puso sobre la mesa que el 33% de las consultas pediátricas que se atienden son por temas sociales relacionados con adiciones o adopciones ilegales y resaltó la importancia de atender a los menores en su contexto social.
Una de las formas de explotación de las mujeres y niños es la gestación subrogada, lo conocido comúnmente como “vientre de alquiler” que, en palabras del Dr. García Pérez, se aprovecha de la necesidad de mujeres sin recursos.
“La gestación subrogada es una forma de explotación porque el niño se convierte en un producto de mercado. La mujer que alquila su cuerpo convertido en un mero envase, promueve la comercialización y el tráfico de seres humanos”, expuso el experto quien aludió a que esta práctica se ceba especialmente en las mujeres de países pobres o menos desarrollados.
En muchos países, la subrogación se encuentra unida a las redes de prostitución.
En muchos países, el alquiler de vientres se encuentra unido a las redes de prostitución. En España la gestación subrogada no está permitida.
Ante la actual situación del tráfico de menores y las adopciones ilegales, todos los ponentes expresaron su convicción de que es necesario reaccionar para proteger la dignidad de los y las menores y sus derechos, y presionar de forma coordinada todos los actores implicados, a los políticos para que se regule la adopción y no queden impunes los culpables que se lucran con esta lacra.
Y en esta tarea, según coincidieron, el papel de profesionales de la medicina es clave por su rigor, credibilidad e influencia para promover políticas eficaces que combatan con leyes la trata de personas.
«Quienes ejercen la medicina juegan un papel fundamental en la detección y prevención del tráfico de menores y las adopciones ilegales, por su cercanía con los pacientes para constatar posibles indicios de estos delitos».
Fuente: medicosypacientes.com