Gisèle Halimi, histórica feminista, ha fallecido a los 93 en París. Halimi, nacida Zeiza Gisèle Élise Taïeb, fue una abogada feminista, activista y ensayista franco-tunecina. Luchó por el derecho al aborto y por la criminalización de la violación.
Zeiza Gisèle Elise Taïeb nació en el barrio La Goulette, Túnez. De madre y padre judíos, fue educada en un liceo francés en Túnez, y luego asistió a la Universidad de París, donde se graduó en derecho y filosofía. Su niñez y la forma en que ella se mezcla una identidad judía-musulmana se plantea en sus memorias, Le lait de l’Oranger en las que también explica las dificultades en la relación con su madre o cómo su padre, Edouard cuando ella nació se sintió desolado al tener una hija en vez de un varón y pasó varias semanas sin contarlo a sus amigos. A los 16 años rechazó un matrimonio acordado por su familia y logró la autorización para ir a estudiar a París. En 1948 obtuvo el título de abogada y se colegió en Túnez en 1949. Se instaló en Francia y ejerció en París desde 1956. Fue abogada del Frente de Liberación Nacional de Argelia, ocupándose del caso de la activista Djamila Boupacha, acusada de haber puesto una bomba, detenida, torturada y violada por soldados franceses en 1960. A pesar de la brillante defensa de Halimi Djamila fue condenada a muerte pero será amnistiada y liberada en 1962 tras los acuerdos de Evian que pusieron fin a la Guerra de Argelia. En 1961 escribió un libro para defender su caso, que contó con una introducción de Simone de Beauvoir.
Fue presidenta de la comisión de investigación del Tribunal Russell sobre los crímenes de guerra estadounidenses en la guerra de Vietnam, y observadora judicial en los procesos de Rabat, de Atenas y de Burgos; en este último como delegada de la Federación Internacional de Derechos Humanos.
En 1965 con Evelyne Sullerot, Colette Audry y otras activistas fue cofundadora del Mouvement démocratique féminin para apoyar la candidatura de François Miterrand a la presidenta de la república.
También ha defendido a independentistas vascos, y ha sido consejera en muchos casos relacionados con asuntos de la mujer, tal como el juicio por aborto de Bobigny de 1972.
En 1971 fundó el grupo feminista Choisir la Cause des femmes (‘Elegir la causa de las mujeres’), para proteger a las mujeres que habían firmado el Manifiesto de las 343, en el que admitían haberse realizado un aborto. En 1972 Choisir se transformó en una organización reformista y realizó una campaña de gran influencia para conseguir la aprobación de una ley que permitiera la anticoncepción y el aborto, que finalmente logró Simone Veil en 1974.
En mayo de 1978, en Aix-en-Provence, ante los tribunales de Bouches-du-Rhône, representó a dos jóvenes belgas que presentaron una denuncia contra tres hombres. En la noche del 21 al 22 de agosto de 1974, fueron violadas mientras acampaban en una cala. Los tres hombres se declararon inocentes. Fuera de la sala del tribunal, Gisèle Halimi es empujada, insultada, amenazada. Los hombres fueron condenados. Y nuevamente, este juicio allanó el camino para la ley de 1980, que reconoce la violación como un delito. El caso fue objeto de un documental en 2014 dirigido por Cédric Condon (Le Procès du rap) y una película para televisión, Le Viol, de Alain Tasma, que se emitió en 2017.
En 2006, publicó una carta abierta a la canciller alemana Angela Merkel en relación a la apertura de un prostíbulo de grandes dimensiones cuya apertura coincidía con las preparaciones para la Copa Mundial de Fútbol de 2006.
Halimi es autora, entre otros libros, de Le procés de Burgos (El proceso de Burgos, 1971) sobre el juicio sumarísimo que se llevó a cabo durante la dictadura franquista conocido como proceso de Burgos; así como de La Cause des femmes (La causa de las mujeres, 1973). Igualmente, fue instigadora y colaboradora del trabajo colectivo Le Programme commun des femmes (La causa común de las mujeres, 1978) que delineaba las más importantes necesidades de la mujer: legal, médica, educacional y profesional; y sugería soluciones que deberían ser decididas por el voto femenino.