Este es el lema que con motivo del día del Orgullo enarbolaron las lesbianas. Reivindicación más que justificada si nos fijamos en algunas proclamas y discursos.
Por ejemplo, en el manifiesto de Lucha Internacionalista, titulado “Orgullo en lucha”.
Lo definen como LGTB pero no menciona ni una vez a las lesbianas. Y solo una a los gays, aunque con connotación negativa: acusando al movimiento de haberse centrado en el “hombre cis-gay, blanco y rico”. La consabida sarta de muletillas refritas, vaya. Porque, a ver:
- Cierto, desde hace ya muchos años, las manifestaciones del Orgullo han sido, más que una demostración de lucha reivindicativa, una feria lúdico-comercial. ¿Acaparada por los cis-gay? Sin duda, pero no sé cómo podría ocurrir de otra manera ya que debe ser una auténtica proeza encontrar a media docena de gays que no sean “cis” (digo cis por usar su terminología). ¿O alguien piensa que las mujeres que “transicionan” a hombres luego se hacen gays?
- ¿Blancos? pues claro, estamos en España, donde el 99% o más de la población es blanca (en fin, blancos, blancos, lo que se dice blancos, no somos, pero, según quienes categorizan por raza, sí, “manque nos pese”).
- Lo de “rico” es para nota… ¿qué mente hay que tener para creer que la mayoría o muchos de los manifestantes del Orgullo son ricos?
Conclusión: cuando se desgranan mantras, que se hace el ridículo…
El manifiesto, cómo no, incluye el consabido párrafo de ataque al PSOE acusándolo de retrógrado y de apoyar “argumentarios tránsfobos que se acercan al feminismo biologicista transexcluyente”. Ea, sí, las feministas somos biologicistas porque ¿a quién se le ocurre decir que el sexo es una realidad biológica inscrita en los genes y no un constructo cultural? Y ¿a quién se lo ocurre –no negar la disforia de género porque eso no lo negamos- sino negarse a admitir que baste con autodeclararse mujer para legalmente serlo?
Como el documento tiene una redacción tan “particular” (digo particular para no herir susceptibilidades) no sé si estoy de acuerdo con el aserto de que “no entendemos una verdadera liberación sexual y de género sin una liberación de clase”. ¿qué significa liberación sexual para ellos? ¿algo parecido a lo que entiende Clara Serra?: ¿el BDSM, las relaciones sexuales intergeneracionales (como si las mujeres no llevaran toda la vida soportándolas…) el “trabajo sexual”?… ¿Qué entienden por liberación de género? ¿Acabar con los corsés genéricos o poderse mudar de uno a otro sin cortapisas? Y ¿qué significa “liberación de clase”? (ay, pobre Marx) …
Tampoco, ni una sola vez, arremeten contra el patriarcado. Solo al final, proclaman: “tiremos abajo el capitalismo cisheteropatrialcal!” ¡¡¡“cisheteropatriarcal!!! Toma ya… Entonces ¿una Kelly genéticamente mujer y heterosexual o una cajera de supermercado o una cuidadora en el mismo caso pertenecen de facto al “capitalismo cisheteropatrialcal”? Y, por el contrario ¿Jennifer Pritzker (antes James Pritzker) no pertenece al maldito cisheteropatriarcado capitalista a pesar de tener casi 2000 millones de dólares?
Pero, más allá de peroratas, vamos a sus reivindicaciones:
- “Separación de iglesia y estado. Por una educación, sanidad y servicios sociales laicos, 100% públicos y con perspectiva de género”.
- “Renta Básica Universal inmediata que garantice la independencia económica de los sectores más vulnerables de la población y combata la exclusión social.”
- “Distribución de horas de trabajo con mantenimiento del salario: igualdad de acceso al trabajo y de derechos laborales”.
Como puede apreciarse, son demandas generales que muchas personas de izquierdas reivindicamos todos los días, sin necesidad de esperar al 28 de junio. Aunque, quizá, habría que aclarar algunos términos. Me pregunto, por ejemplo, qué entenderán los redactores de este manifiesto por “perspectiva de género” …
Veamos ahora las peticiones concretas que, después de todo, son las que importan. Formulan dos:
- Aprobación de lo que llaman “Ley estatal LGTB integral”.
- Políticas dirigidas a los sectores más precarizados: cupo laboral trans dentro de las bolsas de trabajo.
Ah, ya queda claro lo que de verdad les interesa: una legislación que permita que cada cual pueda legalmente autoproclamarse -y sin ningún otro trámite- del género que tenga a bien y desee. Y que esas personas que se autodeclaran accedan a un cupo laboral específico.
Yo, si estuviera en paro, lo tendría clarísimo: al día siguiente de proclamarse la ley, me inscribiría como trans. Es más, aconsejo a las personas con minusvalías -que han de pasar por evaluaciones y exámenes de expertos y profesionales para acceder al cupo laboral- que se simplifiquen la vida declarándose trans. Porque, además, este cupo es muy ventajoso ya que, personas con minusvalías hay tres millones; trans debe haber unos cuantos miles…. Pero, eso sí, hay que darse prisa porque, con la campaña que están haciendo por los centros de enseñanza, dentro de nada, cualquier niña a quien la idea de ponerse “guapa” la horrorice, o cualquier niño a quien le gusten los abalorios van a “transicionar”.
Resumen: este manifiesto supuestamente LGTB, en realidad, es solo T.
Por lo que no queda más remedio que proclamar con redoblada energía:
¡Las lesbianas existimos!