Cómo gano más dinero vendiendo camisas en Londres que cuando os daba clases en la Universidad.

Beatriz Bonete
Beatriz Bonete
Socióloga e investigadora, especializada en prevención de violencia sexual y de género.
- Advertisement -

……o de cómo gano más dinero vendiendo camisas en Londres que cuando os daba clases en la Universidad.

 

Queridas alumnas, queridos alumnos,

Espero que a la presente estéis bien. Por las fechas en las que nos encontramos, ya cercanas al mes de junio y final de cuatrimestre, supongo que estaréis en plena preparación de exámenes finales y entrega de trabajos. Os deseo suerte y ánimo, este curso más que nunca, porque es vuestro último año de carrera, de grado.

Supongo que ya durante este año habréis experimentado a veces una sensación extraña, ante la inminente llegada de vuestra titulación. Una sensación que básicamente se resume en la frase: “¿y ahora qué?” y que ya el año pasado, cuando os di clase, noté como en algunas y algunos empezaba a entraros con anticipación. No tenéis que preocuparos por sentiros así. Es normal experimentar un poco de vértigo al terminar la carrera. Y es normal también, si tenemos en cuenta el contexto en el que ahora estamos.

Sobre todo, parece que para las personas que optamos por estudiar disciplinas enmarcadas en las ciencias sociales, se nos complica (aún) más el asunto. No quiero mentiros, la cosa está regular. Pero tampoco quiero hundiros. Ni se me ocurriría. Porque si os hundís vosotras, vosotros, me hundo yo. Y se hunde mucha gente. El barco entero. Y tampoco arreglamos nada con eso. Sois jóvenes y con una licenciatura para estrenar. Así que aprovechad el potencial y las ganas. Sobre todo las ganas.

No sé si queréis hacer un máster (uno de estos oficiales, que Bolonia ha convertido en un año más de la carrera a un no-módico precio), que os dará contactos y ampliará la perspectiva demasiado teórica de la que aún adolece nuestra carrera. No sé si queréis iros fuera. Fuera al extranjero. Es una opción y no seríais los primeros. Ni los segundos.

De hecho, yo misma ahora os escribo desde Londres, donde vivo desde hace ya cuatro meses.

Decidí venirme por esos motivos comúnmente conocidos como son el de mejorar el inglés, buscar trabajo…MIENTRAS O HASTA (estas preposiciones son muy importantes para la gente que ahora se está yendo del país, de ahí las mayúsculas) que las cosas vayan mejor, o surja alguna oportunidad de empleo en España.

La verdad es que por aquí se me acababan los frentes en los que pelear por encontrar no ya un trabajo, sino un proyecto, una colaboración. Un hueco en la universidad para seguir dando clases. Algo. Se me acababa el dinero y con él mi autonomía económica. Y se me acababa la paciencia también. No soy buena para quedarme y esperar a que algo suceda…desde casa de mis padres.

Por supuesto, soy consciente de que me he ido porque puedo, no es tan fácil marcharse a vivir fuera. Fuera todo es caro. Fuera todo es más difícil. No es llegar y pegar. La crisis no sólo se deja sentir en España. Está aquí también y se nota, sobre todo a la hora de buscar trabajo. Cualquier tipo de trabajo.

Yo he tenido suerte y no he tardado mucho en encontrar uno como dependienta en una tienda. Es una tienda ubicada en la City de Londres, en la que se vende ropa llamémosla “formal”. Camisas, corbatas, trajes de chaqueta y demás complementos del típico “atuendo” de la gente que trabaja en esta zona.

Y por ahora, va todo bien. Bien de ánimos, bien de salud y no demasiado mal de libras. Y aprendiendo, sobre todo. Porque trabajando en una tienda se aprende. Es un nuevo mundo para mí, he de deciros. Un nuevo mundo también con el que aprender desde la sociología.

Me refiero a la sociología que ponéis en práctica todos los días, en el momento en el que aplicáis lo que sabéis a cualquier situación en la que os encontráis. Cuando una es socióloga por vocación, no puede desprenderse de la manía de analizarlo todo por donde quiera que vaya. Pero es una manía muy útil para mantenerte en forma sociológicamente hablando. Sobre todo cuando no puedes ejercer a nivel laboral, por el momento.

En la carta os llamo “mis alumnas y alumnos”, pero tengo que ser honesta con esto, tampoco me quiero tirar el rollo de la “profesora” que no fui. Os di clases pero pocas. Sólo una parte de una asignatura, en el primer cuatrimestre como “profesora sustituta interina” (aplicando la terminología burocrática-académica), que básicamente se define como “la última que llega cuando hay hueco, y la primera que se va cuando hay crisis y recortes”.

Y ahora os escribo desde Londres, claro.

Así que os envío estas palabras, entre otras cosas también, para animaros. El ambiente, desde luego, no propicia estar optimista, eso lo sé, pero mantener el ánimo es importante. Cuestión de dignidad casi os diría. Vais a tener muchas oportunidades de poner en práctica vuestra sociología. Quizás no en los ámbitos en los que habríais imaginado que trabajaríais…Por lo menos al principio. Ahora. Pero os aseguro que estéis donde estéis podéis hacer sociología y darle utilidad a todo lo que habéis ido aprendiendo en estos años de universidad.

Eso es lo que pretendo hacer a partir de esta carta, que será la primera de muchas en las que voy a intentar daros referencias para que podáis practicar vuestra profesión donde quiera que estéis. En mi caso, mi tarea consistirá en hacer sociología de lo que supone vivir en una nueva ciudad, un nuevo país…

Y, por supuesto, de mi trabajo en la tienda, completamente diferente y ajeno a lo que hacía en España (me refiero a cuando trabajaba como investigadora y practicaba la sociología como profesión y no hacía sociología por mi cuenta, trabajando como dependienta).

Podéis llamarlo sociología de la vida cotidiana, sociología de las migraciones, sociología internacional. Como queráis. Ya sabéis que esto de categorizar a veces es algo difuso, pero en ciertas ocasiones (sobre todo para saber dónde buscar libros en la biblioteca, o artículos en Internet), facilita mucho el trabajo. Para mí supone también un compromiso, de escribiros e intentar ofrecer análisis interesantes de las realidades con las que me voy encontrando.

Desde luego, he de confesaros, que además de un compromiso es, para mí, la justificación perfecta para seguir ejercitando, mi profesión como socióloga y, también, modestamente, mi labor como docente, con vosotras, con vosotros.

Y de paso, claro, justificar ese hueco en mi CV, que tanto parece penalizar el mercado laboral, cuando estás un tiempo fuera de lo que es trabajar “de lo tuyo”. Así que aquí estaré escribiendo y haciendo sociología de Londres, para llenar el hueco…

Filling the gap, you know…

Un abrazo,

Beatriz Bonete

PD1: Lo reconozco, la frase de “o de cómo gano más dinero vendiendo camisas en Londres que cuando os daba clases en la Universidad” ha sido puesta a propósito por aquello de hacer un poco de ruido….Pura estrategia de “marketing”… Pero también una verdad como un templo.

PD2: Por eso os escribo desde Londres.

- Publicidad -

Comentarios

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Síguenos en redes

Últimos artículos

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad