Más de 300 páginas a un acertadísimo análisis de lo que fueron las identidades de género en la España del primer franquismo, así es el libro que acaba de publicar la investigadora española María Rosón en Cátedra Ediciones.
Rosón, que ya ha publicado con anterioridad estudios sobre masculinidades y disidencias de género en el franquismo, hace uso de la cultura visual y de fuentes visuales más allá de las oficiales, ofreciendo una perspectiva novedosa sobre la cuestión; entre estas fuentes se encuentra el Archivo Fotográfico de Madrid.
«Género, memoria y cultura visual en el primer franquismo (materiales cotidianos, más allá del arte)» aborda la construcción y recepción de las identidades de género en la cultura visual del periodo autárquico en España (1938-1953).
El estudio de los materiales culturales de la vida cotidiana desvela cómo las mujeres negociaron sus identidades con autodeterminación para desafiar los férreos mandatos de una dictadura profundamente patriarcal.
La cultura visual del primer franquismo nos devuelve mujeres empoderadas, sensuales, masculinas: abnegadas militantes falangistas, heroínas del cine histórico, voluptuosas y atrevidas feminidades, madres fuertes encargadas de la supervivencia familiar o pintoras situadas en la tensión entre su vocación y lo que se espera de ellas.
Todas se apropiaron de los materiales visuales para hacer posible una vida más digna, y es esa densidad de la experiencia lo que este libro recupera.
Rosón parte de uno de los espacios hito del franquismo, el castillo de la Mota, en Medina del Campo, donde se adiestraban los mandos de la Sección Femenina. Y es que el gran proyecto de Pilar Primo de Rivera, que aleccionaba a las mujeres sobre ideales cristianos de abnegación y obediencia, eran contestados por una cultura visual que por un lado recibía las imágenes de la América del «American Way of Life» y la mujer moderna, el ángel del hogar, y por otro rompía sus mismas barreras con la imagen de la mujer-soldades, independiente y masculina que formaba parte de la cabeza visible de la Falange.
Un libro que analiza cómo se construían las identidades sexuales en un momento de represión y cómo las identidades disidentes encontraban, también, espacios de cierta libertad para vivir.
Libro de la semana: «Género, memoria y cultura visual en el primer franquismo»
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