La escasísima presencia de mujeres en debates televisivos, como comentaristas o como tertulianas en los medios, es una realidad que sorprende en sus cifras: aproximadamente un 15% de quienes participan en debates son mujeres. Y eso que ellas son, como mínimo, la mitad de la población.
Desde Cataluña han querido responder a estas insultantes cifras desde la plataforma “On son les dones”, que se describe como “una página que demuestra cómo los medios catalanes silencian, sistemáticamente, la opinión de las mujeres”.
Una de las impulsoras del proyecto, Liz Castro, es escritora, editora y traductora especializada en nuevas tecnologías; con el hashtag #OnSonLesDones quieren viralizar la iniciativa y hacer que los medios se pregunten por qué no hay mujeres en los debates.
Las excusas son, habitualmente, las mismas: “se busca la calidad de quienes debaten”, “hemos llamado a alguna pero han dicho que no”, “no pensamos en el sexo de los invitados”, “nos cuesta encontrar mujeres”… Sorprende que justamente estas respuestas se dan siempre que no hay mujeres en cualquier ámbito (es la misma respuesta a por qué no hay mujeres en exposiciones, en premios científicos, en galardones de cine…o en los medios de comunicación).
Cuando hablamos de mujeres no hablamos de minorías, sino de, al menos, la mitad de la población. Y según las estadísticas de titulaciones universitarias, ellas son 60% de las graduadas en periodismo, por poner un ejemplo.
Cuando hablamos de mujeres no hablamos de minorías, sino de, al menos, la mitad de la población. Y según las estadísticas de titulaciones universitarias, ellas son 60% de las graduadas en periodismo, por poner un ejemplo. Resulta entonces sorprendente que no se encuentre a ninguna o que “no se mire el sexo de quien se invita”, porque, de ser así, sólo por cuestiones numéricas, ellas deberían ser, al menos, mitad más una.
Sobre la calidad no entramos a argumentar. El propio argumento sobre calidad-género se viene abajo en cuanto se plantea.
Pero volviendo al proyecto de #OnSonLesDones: el punto álgido de la cuestión ocurría el pasado 2 de junio, cuando en la televisión catalana TV3 se debatía sobre los incidentes en torno al Banco Expropiado en el barrio de Gracia de Barcelona. Siete tertulianos (seis más presentador) y ni una sola mujer en el debate. Feministas, periodistas, mujeres en el campo tecnológico y el de la comunicación pusieron el grito en el cielo ante este hecho.
“Queremos ocupar el espacio que nos pertenece como ciudadanas, como profesionales y como mujeres. Estamos convencidas de que es un derecho reclamar y obtener la representación que nos corresponde”, dice Isabel Muntané, codirectora del Máster Género y Comunicación de la UAB, y parte del proyecto.
“Y este querer mostrar un saber es el reflejo de quienes somos y de cómo actuamos. Nada que ver con la competitividad masculina. @onsonlesdones somos un grupo de mujeres diversas, con intereses e ideologías diferentes pero con un objetivo común”.
.@elperiodico_cat Continuem sense trobar dones? #Onsonlesdones #NoAnemBé pic.twitter.com/eUj6KsvGQF
— #onsónlesdones (@onsonlesdones) 12 de junio de 2016
#OnSonLesDones reconoce también aquellos medios que lo están haciendo bien, incluyendo en la web un semáforo que sitúa en verde el número de mujeres sobre el total de quienes debaten.
Una forma de poner de manifiesto la infrarrepresentación de las mujeres en los medios y ayudar, a través de las redes y su viralidad, a que se piensen dos veces cómo estructuras un debate sin mujeres en el cartel.