Si quieren manifestarse que lo hagan donde no confronten ni provoquen incidentes, no sería lógico que se diera información, por ejemplo, a la salida de misa de 12 de la Catedral de Albacete, sobre los curas pederastas o el robo de bebés por monjas a sus legítimas madres con mentiras y métodos que utilizaron para hacerles creer que nacieron muertos. Se consideraría una provocación, que es lo que Red Madre, realiza mediante los escraches, queriendo imponer sus principios religiosos y normas a todas las mujeres atacando los principios democráticos del Estado.
No es un asunto religioso, es social y político, y debe ser garantizado por los Poderes Públicos.
En una carta remitida por la Red Feminista de Albacete y que firma una de sus integrantes, Lola Gómez Cerdán, las feministas denuncian acoso, intimidación y violencia moral y psicológica que llevan sufriendo desde marzo las mujeres que acuden a la Clínica IRIS de la ciudad.
Clínica IRIS, recuerdan en la carta, es un «centro sanitario acreditado, autorizado y colaborador del SESCAM para la Interrupción Voluntaria del Embarazo», y acusan directamente a las Administraciones Públicas de no impedir que grupos anti-elección se sitúen a diario a las puertas del centro para acosar e intimidar a las mujeres que acuden a la clínica.
Así lo describe Gómez Cerdán en la carta:
«El grupo antielección Red Madres, de marcado perfil ultracatólico e integrista, que campa a sus anchas sin que las Administraciones Públicas garanticen el cumplimiento de la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo, de la que paso a transcribir textualmente algunos párrafos que nos ayuden a comprender el problema al que nos estamos enfrentando:
Preámbulo: «los Derechos Humanos de las mujeres incluyen el derecho a tener el control y a decidir libre y responsablemente sobre su sexualidad, incluida la salud sexual y reproductiva, libre de presiones, discriminación y violencia» (quiero resaltar estas tres condiciones).
«La Ley establece además un conjunto de garantías relativas al acceso efectivo a la prestación sanitaria de la interrupción voluntaria del embarazo y a la protección de la intimidad y confidencialidad de las mujeres… sin vulneración de la intimidad».
Es este aspecto el que quiero resaltar, ¿de qué sirve el tratamiento de Ley Orgánica 2/2010, con lo que ello supone para garantizar mi protección de datos, mi anonimato e intimidad a través de su articulado, si en la puerta de la clínica, me abordan personas conocidas de sobra en Albacete, increpándome, mostrándome bebés descuartizados y diciendo que rezan por mí?
Sigo citando textualmente:
«Artículo 20. Protección de la intimidad y confidencialidad.
- Los centros que presten la interrupción voluntaria del embarazo asegurarán la intimidad de las mujeres y la confidencialidad en el tratamiento de sus datos de carácter personal.
Artículo 21. Tratamiento de datos.
- En el momento de la solicitud de información sobre la interrupción voluntaria del embarazo, los centros, sin proceder al tratamiento de dato alguno, habrán de informar a la solicitante que los datos identificativos de las pacientes a las que efectivamente se les realice la prestación serán objeto de codificación y separados de los datos de carácter clínico asistencial relacionados con la interrupción voluntaria del embarazo.
- Los centros que presten la interrupción voluntaria del embarazo establecerán mecanismos apropiados de automatización y codificación de los datos de identificación de las pacientes atendidas, en los términos previstos en esta Ley.
A los efectos previstos en el párrafo anterior, se considerarán datos identificativos de la paciente su nombre, apellidos, domicilio, número de teléfono, dirección de correo electrónico, documento nacional de identidad o documento identificativo equivalente, así como cualquier dato que revele su identidad física o genética.”
La Red Feminista de Albacete recuerda que España es un Estado donde todas las confesiones tienen espacios para ejercerse con libertad y señalan que, precisamente, la puerta de la Clínica IRIS no lo es. «Las Leyes les garantizan su libertad de conciencia, y debe evitar la intromisión de las religiones en la decisión de cada mujer albaceteña».
«Cómo es posible que a las puertas del Centro Acreditado y Colaborador del SESCAM, se manifiesten un grupo de personas, identificadas por la policía, que abordan, presionan y acosan a los transeúntes y usuarias, con parafernalia religiosa, incluidas monjas, rosarios, estampitas, algún bebé y lo que es más grave, con frases como «Vas a matar a tu hijo» y salvajadas parecidas, con la excusa de informar – hecho que no les corresponde a ellas como asociación- y que lo que hacen es desinformar», denuncian en la carta, ante la gravedad de las acciones de la asociación anti-elección.
«La información previa al consentimiento de la interrupción voluntaria del embarazo es obligación de la Administración, y no de los grupos integristas islámicos o cristianos. La Administración es la encargada de garantizar esa información con los protocolos definidos en la Ley».
Ni una de las Administraciones señaladas en la carta están haciendo nada por cambiar esta situación, denuncian desde la Red: «Las Administraciones implicadas nos están fallando: Subdelegación de Albacete, Consejería de Sanidad y el Ayuntamiento de Albacete».
El derecho de la mujer a su intimidad y a decidir libremente prevalece sobre el rosario en la puerta de un Centro Médico, y más en una ciudad donde nos conocemos casi todas, chantajeando una minoría de dos o tres personas, al de una mayoría.