Intervención de Victoria Sandino en el acto de firma de acuerdos parciales 1, 2 y 4 con incorporación de género.
Saludamos con afecto a las invitadas especiales, señoras Phumzil Mlambo-Ngcuka y Zainab Hawa Bangura y demás integrantes del equipo de ONU MUJERES. Abrazamos a nuestras compañeras de luchas, hermanas de sueños y utopías que están hoy aquí presentes y a través de ustedes hacemos llegar nuestro infinito reconocimiento a las mujeres colombianas, con todo nuestro amor de luchadoras, de mujeres comprometidas con la emancipación de las demás mujeres y de las pobrerías. Hoy, a casi dos años de la constitución de la Subcomisión de Género, estamos haciendo entrega de tres acuerdos transversalizados por el enfoque de género e inclusión de los derechos de las niñas y mujeres.
Este resultado ratifica nuestro compromiso por reconocernos y reconocer a las mujeres como protagonistas en la construcción de la paz con justicia social, nuestro compromiso para generar condiciones que permitan avanzar en la transformación de relaciones inequitativas de poder entre hombres y mujeres, relaciones que se siguen reproduciendo a través de múltiples mecanismos pero sobre todo, a través de la violencia contra las mujeres tanto en público como en privado.
La creación de la Subcomisión de género como un acuerdo de la Mesa de conversaciones, además de ser novedoso e inédito, es la oportunidad histórica de reconocer los impactos de la violencia socio política y económica en las niñas y mujeres.
La creación de la Subcomisión de género como un acuerdo de la Mesa de conversaciones, además de ser novedoso e inédito, es la oportunidad histórica de reconocer los impactos de la violencia socio política y económica en las niñas y mujeres pero sobre todo de concretar acciones específicas que promuevan las transformaciones estructurales que han reproducido la discriminación, la exclusión social y la violencia contra las mujeres.
Los diálogos y la construcción de la paz es la oportunidad para pasar de la garantía formal de sus derechos a la garantía real, para generar y consolidar procesos de empoderamiento femenino colectivo, para ampliar la democracia y sobre todo para lograr la ampliación de los derechos de las mujeres y que esto no sea visto como una amenaza o en el mejor de los casos como una concesión, sino como un acto de justicia para con esa otra mitad de la población colombiana.
La necesidad de construir un país distinto que incluya en todos sus escenarios a las mujeres con poder de decisión y de participación, además implica pensar en nuevas formas de relaciones.
El trabajo que hoy presentamos es el resultado no solo de la dedicación y compromiso de las delegadas de las dos partes en la Mesa, sino también de las iniciativas de todas las mujeres de distintos sectores y grupos poblacionales de Colombia. En él se reflejan las experiencias, propuestas y esperanzas de todas estas mujeres campesinas, afrodescendientes, indígenas, jóvenes, de las víctimas de la violencia con ocasión del conflicto armado y fuera de él, de defensoras de derechos humanos, de trabajadoras urbanas, artistas, población LGTBI, entre otras. Es con todas ellas nuestro compromiso y trabajo. Hemos recibido, escuchado y revisado todas las inquietudes, todas las propuestas que han hecho llegar a la Subcomisión, y hemos buscado reflejarlas en los acuerdos, porque incluir enfoque diferencial en los acuerdos de paz no se reduce a una simple cuestión de redacción; es un reto que implica pensar en la necesidad de construir un país distinto que incluya en todos sus escenarios a las mujeres con poder de decisión y de participación, además implica pensar en nuevas formas de relaciones: relaciones de solidaridad, de equidad, de cuidado, de sororidad.
Este ha sido un trabajo que no solo le ha incluido nuevos elementos a los acuerdos que hoy entregamos; también nos ha proporcionado nuevas herramientas y conocimiento a nosotras mismas, nos ha transformado, nos ha cualificado y nos ha reafirmado como mujeres y como integrantes de las FARC-EP. Queremos decirles a todas las mujeres y hombres de Colombia que para las mujeres de las FARC-EP, la construcción de la paz con justicia social va a ser asumida con entrega incondicional de parte nuestra; así como la hemos tenido en la guerra, hoy la ponemos a disposición de la paz.
¿Qué sigue ahora? Esta tarea, compañeras y hermanas, señoras de la comunidad internacional, ¡esta tarea apenas comienza! Ahora hay que lograr que lo que está en el papel se convierta en acción, se haga realidad. Viene la etapa de implementación en la cual habrá que garantizar que en cada uno de los mecanismos, por ejemplo de diseño, planeación y ejecución, las mujeres puedan participar y decidir en igualdad de condiciones a los hombres, solo de esta manera, la paz será real y verdadera.
Las mujeres puedan participar y decidir en igualdad de condiciones a los hombres, solo de esta manera, la paz será real y verdadera.
En el primer punto se trata esencialmente de garantizar el Acceso y formalización de la propiedad rural, la capacitación y formación productiva y los derechos económicos y sociales de mujeres y población LGBTI.
En cuanto al segundo acuerdo, Participación Política, se hace énfasis en la promoción de la participación de las mujeres en espacios de representación, toma de decisiones y resolución de conflictos.
El acuerdo para la solución al problema de las drogas ilícitas incorporó la relación entre el consumo de las drogas ilícitas y la violencia de género, especialmente con la violencia intrafamiliar y la violencia sexual.
El acuerdo de víctimas subraya las medidas de prevención y protección que atiendan los riesgos específicos de las mujeres; acceso a la verdad, a la justicia y garantías de no repetición.
La paz se construye con el trabajo y la unidad de mujeres y hombres, sobre todo de quienes habitan los rincones más olvidados de Colombia. Es un deber histórico asumir el reto que hoy se nos impone, vamos a construir un nuevo país donde el bienestar y el buen vivir de todos y todas sea el motor para la emancipación de las mujeres colombianas.
La Subcomisión de Género debe continuar su trabajo más allá de la firma del acuerdo final ¡hasta la construcción de una paz estable y duradera!
Muchísimas gracias,
Subcomisión de Género
Delegación de Paz FARC-EP.