El grupo Abante ha elaborado una proyección de las circunstancias que requiere un plan de pensiones para las mujeres.
Los datos que ponen de relieve muestran las circunstancias especificas que afrontan las mujeres de cara a sus pensiones de jubilación. Para empezar, la ESPERANZA DE VIDA.
En el caso de las mujeres, la esperanza de vida al nacer entre 1992 y 2013 se ha ampliado desde los 81,2 a los 85,6 años, mientras que la de los hombres ha pasado de los 73,9 a los 80 años, según las tablas que publica el INE.
Los datos del INE pone de relieve que en los últimos años hemos asistido a una mejora de las expectativas de vida en las personas de edad más avanzada. Así, en este periodo, las expectativas de vida de una mujer de 65 años se incrementaron en 3,3 años (frente a los 3 años de los hombres) y a los 85 años, en 1,5 (en los hombres el aumento fue de un año).
Abante enfoca en su trabajo el significativo número de mujeres que COTIZAN MENOS AÑOS de los que están en activo, debido a que en un porcentaje elevado del empleo es a tiempo parcial como consecuencia de la asunción de los cuidados de hijos/as u otros familiares. Esto provoca que las pensiones de jubilación, puedan ser inferiores a la media. El estudio, que considera que el futuro de las pensiones es «incierto» , llama la atención sobre el hecho de que disfrutaremos más años de la jubilación, y la exigencioa para ello de tener más recursos.
La diferencia de tener que cubrir cinco años más de esperanza media de vida implica un esfuerzo de ahorro un 35% superior, si, por ejemplo, queremos obtener a partir de los 67 una renta mensual de 2.000 euros con independencia de la pensión de la jubilación de la Seguridad Social.
El informe elaborado por la consultora, considera que «aquellas que quieran realizar sus números teniendo en cuenta la pensión de jubilación de la Seguridad Social, deben considerar que, si entre ahora y nuestra jubilación la pensión media se redujese un 30%, nuestro esfuerzo de ahorro para compensar esa caída con capital propio se incrementaría un 82%».
Otra cuestión que considera son los cambios en el ESTADO CONYUGAL: «entre las mujeres mayores de 65 años, solo el 48,7% están casadas, dado que entre las mujeres mayores, la viudez es muy común y aumenta notablemente con la edad, según los datos del CSIC. Lo mismo sucede en el caso de las separaciones y divorcios».