- En el comienzo del curso escolar la comunidad educativa afronta el reto de implicarse a fondo para erradicar que la mayoría de los agresores homófobos han salido recientemente de las aulas.
- El 43% de los alumnos LGTB que han sufrido bullying homofóbico ha pensado en suicidarse y el 42% de los acosados reconocen que los centros no hicieron nada para detener el acoso.
Ante el inicio del curso escolar, desde la asociación Arcópoli se han puesto en contacto con los 325 institutos de enseñanza secundaria de la Comunidad de Madrid para informarles de los riesgos que conlleva la inacción y la dejadez frente al bullying homofóbico y transfóbico, y explicarles que la ley exige a partir de este año una implicación real así como proporcionarles herramientas para ayudar a combatirlo.
El 43% de los alumnos LGTB que han sufrido bullying homofóbico ha pensado en suicidarse y el 42% de los acosados reconocen que los centros no hicieron nada para detener el acoso. «Necesitamos que la comunidad educativa se implique directamente en erradicar esta lacra y no lo deje solo en manos de la implicación personal de cada tutor y orientador», indican desde Arcópoli.
La ley de protección integral contra la discriminación por la diversidad sexual y de género, que se aprobó recientemente en la Asamblea de Madrid, exige a los centros favorecer la visibilidad del colectivo y a combatir la lgtbfobia en las aulas (art.31.4). Esto implica que han de realizar campañas o planes para que haya una integración de todo el alumnado, sin discriminación por orientación sexual o identidad de género, como ocurre en la actualidad.
Desde Arcópoli quieren contruibuir a fomentar esta igualdad como marca la ley ofreciendo dos campañas de sensibilización: una de visibilidad de la realidad LGTB («al insti igual que tú») y otra específica contra el acoso escolar, abriendo el teléfono del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia a casos de acoso escolar homófobo y tránsfobo, para acercarse a los alumnos a través de WhatsApp.
Yago Blando, coordinador de Arcópoli ha hecho hincapié en la importancia este tipo de campañas en los institutos:«Es en estos centros donde los adolescentes conforman su personalidad; el respeto debe ser algo que se inculque directamente en las aulas, luchando contra los prejuicios que tanto daño han hecho a nuestro colectivo. Para ello necesitamos la implicación no solo del profesorado, sino también de la dirección de los IES, sus jefes de estudios y orientadores. La ley LGTB establece esta diversidad en las aulas y no dudaremos en reivindicarlo. Estaremos vigilantes para que los centros educativos públicos y concertados se impliquen en la lucha real contra la LGTBfobia».