Aunque el saber popular nos insista en que las comparaciones son odiosas, recomiendo la sistematización de su uso. La brecha de género no sería visible si no comparásemos con los varones la situación económica, social y política de las mujeres.
Según denuncia la francesa Revolutión Feministe, la Sociedad para la Protección de los Animales (SPA) cuenta con un presupuesto de 45 millones de €. No seria nada chocante si no fuese porque es un poco más del doble que la de Derechos de la Mujer, que asciende a 20 millones de € .
Aunque no es un dato comparable con España ya que en Francia la categoría estadística “violencia contra la mujer” tiene un significado basado en el concepto de la definición dada por la CEDAW, es importante saber que en 2014 murieron 118 mujeres en Francia por violencia de género.
La campaña de Revolutión Feministe usa la comparativa para poner en evidencia la falta de compromiso presupuestario con el Ministerio de Derechos de la Mujer y denuncia un desconcertante y extraño reparto del dinero de los/as contribuyentes (y de paso muestra, con rotundidad, la falta de prioridad de las políticas de igualdad).
La denuncia, establece otras relaciones de semejanza y nos muestra que la seguridad de los ex presidentes Valéry Giscard d’Estaing, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy cuesta a los/as contribuyentes franceses más de 9 millones de € , casi la mitad del presupuesto para Igualdad.
Las denunciantes de la escasez de fondos con que cuentan las políticas de igualdad de derechos entre mujeres y hombres, reclaman obtener un presupuesto mínimo idéntico al de la Sociedad para la Protección de los Animales. Simplemente piden que esa diferencia de 25 millones de €, sea una realidad.
Evidentemente las decisiones presupuestarias de un gobierno dicen mucho acerca de su interés (o falta del mismo ) por los derechos de las mujeres .
La campaña francesa también ha querido apuntar algo obvio que generalmente queda invisibilizado: la mitad de la población discriminada en múltiples facetas, participa también del esfuerzo fiscal y por tanto, como contribuyes, exigen saber dónde va su dinero.
La organización denunciante cree, con razón, que las mujeres merecen ser tratadas por las personas que toman las decisiones presupuestarias «con la misma consideración y el respeto que nuestros amigos los animales».
Esa cifra de 20 millones de € para los derechos de la mujer frente a los 45 millones de la SPA es más que elocuente… no es de extrañar que las organizaciones francesas se planteen, irónicamente, constituir una Sociedad de Protección de la Mujer («SPF»)
Me deja sin palabras!!! Gracias por la información y el análisis.