El delantero del West Ham, Andre Gray, ha sido suspendido por la Federación Inglesa de Fútbol (The Football Association) durante cuatro partidos y con efecto inmediato por una serie de tuits publicados hace años en los que hacía alarde de machismo, racismo y homofobia. La Federación no se lo ha pensado dos veces, y pese a que ha pedido disculpas recientemente, consideran justa la penalización «por mala conducta en relación a sus comentarios en las redes sociales».
Entre los comentarios, Gray llegó a publicar «¿Soy yo o hay gays en todos lados? #MePoneEnfermo #Quemarlos #Matarlos»; «Me gustaría ver a las mujeres entrenando en la pretemporada. A ver si entonces se quejan de su menstruación»; entre otros.
Un castigo ejemplarizante, especialmente si tenemos en cuenta las polémicas reciente en España por jugadores contratados con delitos de violencia de género y agresiones sexuales, y cuyos clubs deciden seguir adelante pese a las quejas de feministas y la afición.
En la argumentación de la Federación Inglesa se recuerda que Gray incurrió en varias violaciones de la Regla 3 del reglamento, con tuits abusivos e insultantes referidos a la orientación sexual, al género y a la raza de distintas personas. Además, con el propósito de que no haya reincidencia y sensibilizar sobre la gravedad de los tuits, la Federación Inglesa le ha impuesto una multa de 25.000 libras y la obligación de asistir a un curso de educación de la propia Federación.