UNICEF denuncia que el acceso a agua es cada vez más difícil para los niños, y señala especialmente al género femenino. «Las mujeres y niñas de todo el mundo pasan 200 millones de horas cada día intentando encontrar agua», dicen desde la ONG. Ponen como ejemplo países como Malawi, donde las mujeres dedican una media de 54 minutos cada vez que van a por agua, frente a los 6 minutos que dedican los hombres. También en Guinea o Tanzania, donde las mujeres emplean el doble de tiempo que los hombres en esta labor.
Un grifo en cada casa antes de 2030
UNICEF señala que, según los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), existe una reclamación para que el acceso universal a agua potable sea una realidad antes del año 2030. «El primer paso para conseguirlo es que cualquier persona pueda conseguir agua potable a menos de 30 minutos de su casa. El objetivo a largo plazo es que todos lo hogares del mundo tengan agua potable», plantean.
«No importa dónde sea, el acceso al agua potable cambia la vida de las personas», dice Sanjay Wijesekera, jefe de los programas mundiales sobre agua, saneamiento e higiene de UNICEF. «Ninguna mujer ni ningún niño debería pasar tanto tiempo para satisfacer este derecho humano básico».
Sin acceso al agua, las aulas se vacían
Además de las consecuencias en la salud de los niños, la falta de agua y saneamiento dificulta su desarrollo intelectual. Sin agua y saneamiento adecuados, millones de niños en todo el mundo no pueden ir al colegio.
Muchos dejan de ir a clase por enfermedades relacionadas con el agua contaminada o unas malas prácticas de higiene.En otras ocasiones se abandonan las aulas porque los y las menores tienen que ocuparse de buscar agua. En el caso de las niñas, la menstruación les impide ir a la escuela donde no encuentran baños adaptados a sus necesidades.