Cómo puede el estilo directivo patriarcal y machista perjudicar la consolidación de las nuevas organizaciones como Podemos.
El enfrentamiento entre Iglesias y Errejón me retrotrae, muy a mi pesar, a la lectura de Q. Esta novela muestra como el Papado terminó con el movimiento milenarista por la radicalización, el alejamiento de las bases y el enfrentamiento de sus dirigentes y todo bajo la batuta del extremista infiltrado pontificio.
Salvando las distancias y siendo Pablo Iglesias e Iñigo Errejón, junto a sus compañeras y compañeros de partido, fundamentales para consolidar y aumentar su influencia y su poder político y movilizador, estimo que no deben resolver sus discrepancias mediante «el combate descalificador del contrario por menos valiente, menos osado, menos aguerrido, menos contaminado,…en definitiva menos hombre, menos macho».
Aprendan de las formas y estilos de dirección denominados académicamente como femeninos y ustedes, su partido y sus seguidoras/es saldrán ganando. Son estilos cooperativos frente a los competitivos propios del patriarcado.
Y aún ganarán mucho más si es permanente su exigencia y sus actos en pro de un pacto de estado contra la violencia de género y por la incorporación en el sistema educativo de la igualdad y la inclusión como asignatura obligatoria y troncal.
Estilo directivo patriarcal y nuevas organizaciones políticas
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