- Las mujeres representan menos del 40% del empleo total pero su proporción entre quienes trabajan a tiempo parcial aumenta hasta el 57%.
- El informe señala también una «degradación profesional» en el empleo femenino.
- «España tiene una de las tasas más altas de empleo temporal en Europa y en el mundo».
Según un nuevo informe de la OIT, Non-standard employment around the world: Understanding challenges, shaping prospects (El empleo atípico en el mundo: Retos y perspectivas), los «empleos atípicos» con frecuencia están asociados a mayores déficits de trabajo decente. Los «empleos atípicos» son aquellos que no son fijos ni a tiempo completo. La inseguridad laboral es mayor y los salarios, casi siempre bajos.
El informe constata un aumento de las formas atípicas de empleo a nivel mundial, que incluyen el empleo temporal, el trabajo a tiempo parcial, el trabajo temporal a través de agencia, la subcontratación, el trabajo por cuenta propia dependiente y las relaciones de trabajo ambiguas.
“Las formas atípicas de empleo no son nuevas, pero se han convertido en una característica más generalizada de los mercados laborales contemporáneos. Debemos garantizar que todos los empleos ofrezcan a los trabajadores una remuneración adecuada y estable, protección contra los riesgos profesionales, protección social y el derecho a organizarse y a negociar colectivamente”, declaró Deborah Greenfield, Directora General Adjunta de Políticas de la OIT. “Y que los empleados conozcan la identidad de su empleador”, agregó.
El acceso al trabajo digno y a las oportunidades de empleo en general sigue siendo un reto para las mujeres en todo el mundo, según señalan desde el informe de la OIT, a pesar de los avances en paridad educativa respecto a los hombres.
Mujeres: menos empleo remunerado y más trabajo sin remunerar
Las mujeres tienen tasas de participación en la fuerza de trabajo considerablemente más bajas que los hombres – 26 puntos porcentuales menos – y, cuando participan, mayores posibilidades de estar desempleadas.
La OIT señala que los resultados de participación de las mujeres en el mercado laboral son a menudo un reflejo de su posición en el hogar. En todo el mundo, las mujeres trabajan menos horas en empleo remunerado, mientras que realizan la gran mayoría del trabajo no remunerado en los hogares y en los cuidados.
En promedio, las mujeres realizan por lo menos dos veces y media más trabajo doméstico y de cuidados (no remunerado) que los hombres. Como resultado, a pesar de que el tiempo de trabajo asalariados de las mujeres es menor que el de los hombres, las mujeres trabajan más horas al día si se tiene en consideración tanto el trabajo remunerado como el no remunerado.
El informe señala que incluso cuando ellas trabajan más horas que los hombres en un empleo remunerado, las responsabilidades domésticas (la conciliación), limita su situación laboral y acceso a puestos de trabajo determinados, ya que deben combinar ambas cosas. Según la OIT, «su participación en el mercado de trabajo, tradicionalmente, ha sido en los márgenes del mercado». Señalan, asimismo, que su posición en el mercado es un reflejo de las políticas públicas para facilitar la conciliación y para fomentar la contratación de mujeres.
Tiempo parcial: de media el 57% son mujeres
El estudio revela que el empleo parcial está más extendido entre las mujeres. En 2014, más del 60% de las mujeres trabajaban a tiempo parcial en los Países Bajos y la India; más del 50% en Zimbabwe y Mozambique; y más del 40% en varios países, entre ellos España, Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Alemania, Irlanda, Italia, Japón, Malí, Malta, Nueva Zelanda, Níger, Suiza y el Reino Unido.
Distribución del empleo a tiempo parcial (<35 horas por semana) entre el total de empleo asalariados, 2014 (porcentajes)
En casi todos los países del mundo, las mujeres también tienen más probabilidades de trabajar a tiempo parcial que los hombres. Mientras que las mujeres representan menos del 40% del empleo total, su proporción entre quienes trabajan a tiempo parcial aumenta hasta el 57%, de media.
Las diferencias de género con respecto al trabajo a tiempo parcial son de más de 30 puntos porcentuales entre los Países Bajos y España, por ejemplo.
El trabajo a tiempo parcial marginal (menos de 15 horas semanales) presenta diferencias de género especialmente importantes en la mayoría de los países. En Irlanda las mujeres son casi tres veces más propensas que los hombres a trabajar menos de nueve horas por semana.
Distribución del empleo a tiempo parcial (<15 horas por semana) entre el total de empleo asalariados, 2014 (porcentajes)
El informe señala también una «degradación profesional» en el empleo femenino; se trata de mujeres cualificadas y muy formadas, con empleos bien remunerados, que cuando cambian de tiempo completo a tiempo parcial se ven obligadas a cambiar de trabajo a otro de mucha menos cualificación respecto a su formación. Esto, señalan desde la OIT, se relaciona directamente con el tener que asumir ellas responsabilidades familiares y de cuidados.
Sector servicios
En Europa, servicios como la salud y el trabajo social, la educación y el turismo (hoteles y restaurantes), tienen más del 20% de los trabajadores empleados a tiempo parcial, siendo sectores que continúan expandiéndose. Los empleos de baja cualificación en las ventas al por menor y la limpieza emplean un número muy elevado de mujeres a tiempo parcial, más del 70%.

España, a la cabeza de la temporalidad
El informe analiza la situación española y sentencia: «España tiene una de las tasas más altas de empleo temporal en Europa y en el mundo»; un 25%, que en Europa sólo supera Polonia, y que representa más del doble de la media de los 150 países analizados.
Desde 1984 se ha incrementado un 35% hasta 1994, año en que se promulga una reforma para frenar este tipo de empleo. Sin embargo, en informe señala que siguieron contrarándose a personas como temporales «falsos», ya que en realidad se encubrían contratos permanentes con peores condiciones.
«Como resultado, los contratos temporales reforzaron la ya existente segmentación de puestos de trabajo, promoviendo una segmentación de los trabajadores entre el «mal trabajo – contrato temporal» y el «buen trabajo – contrato permanente», señalan desde la OIT.
Con la reforma de 2012, el empleó creció, por ejemplo, en el cuarto trimestre de 2013, pero supuso que la mayoría de las nuevas contrataciones fueran en malas condiciones y temporales.
En informe señala también que, en el sector educativo en España, el 64% de quienes investigan en la universidad o trabajan como maestros, lo hacen con contratos temporales.