CCOO urge a combatir las discriminaciones de género para eliminar la brecha salarial

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Otra estadística publicada por el INE nos dice que el salario medio de las mujeres en 2015 fue de 1.643,8 euros al mes, mientras que el de los hombres fue de 2.122,5 euros. El pasado 28 de octubre el INE publicaba los resultados definitivos de la Encuesta de Estructural Salarial (EES) 2014: el salario medio anual de las mujeres en 2014 fue de 19.744,82 euros, mientras que el de los hombres fue de 25.727,24 euros.

Que nadie se engañe. La brecha salarial de género es el resultado económico de todas las demás discriminaciones sociales y laborales que afectan a las mujeres por ser mujeres. Si no se corrigen, esta brecha se cronifica y empeora, con los resultados conocidos de empobrecimiento laboral de las mujeres. Brecha salarial y salarios más bajos, resultado monetario de la desigual inserción laboral de las mujeres en el mercado laboral (más tiempo parcial, alta temporalidad, segregación sectorial y ocupacional…), que refleja las barreras todavía existentes que impiden la igualdad laboral entre mujeres y hombres. En CCOO trabajamos por erradicar esta injusticia denunciando los factores causantes, exigiendo políticas y medidas a los gobiernos y aportando herramientas para actuar en la negociación colectiva. Lo decimos una vez más y que tome nota el nuevo gobierno: urge combatir las discriminaciones sociales y laborales para eliminar definitivamente una brecha salarial que nos avergüenza como sociedad.

Según publica el INE, el Decil de salarios del empleo principal. Encuesta de Población Activa (EPA) Año 2015. El salario medio de las mujeres en 2015 fue de 1.643,8 euros al mes, mientras que el de los varones alcanzó los 2.122,5 euros. Y La Encuesta de Estructural Salarial (EES) 2014, confirma, ahora ya en datos definitivos, lo que desde CCOO detectamos cuando el INE publicó el Avance de esta encuesta, en junio: persisten fuertemente arraigadas las discriminaciones sociales y laborales y las consiguientes brechas de género, en aumento por la crisis y las políticas de austeridad, que se materializan en la desigualdad salarial al desagregar estos datos por sexo-género. La brecha salarial se produce por las desigualdades que subsisten. Es el resultado económico de la discriminación. Y hace visible la creciente feminización de la pobreza laboral y social.

El INE indica que el salario medio anual de las mujeres en 2014 fue de 19.744,82 euros, mientras que el de los hombres fue de 25.727,24 euros, y que el salario promedio anual femenino representó el 76,7% del masculino. Pero, como insistimos desde CCOO, el enfoque metodológico al hacer el análisis no es neutral. Algunos métodos implican un sesgo importante y contribuyen a minimizar las brechas. No es lo mismo calcular en base al salario/hora (ya que las mujeres trabajan un número menor de horas al año, consecuencia de su mayor proporción en el empleo a tiempo parcial y temporal), que salario /año, y tampoco es lo mismo dividir el salario de las mujeres entre el de los hombres que al revés.

Recordemos, precisamente, que El INE hace su cálculo en base al salario medio de las mujeres respecto al de los hombres, lo que permite advertir brechas importantes y la progresión en estos años: en 2009, era del 78%; en 2010, del 77,5%; en 2001, del 77%; en 2012, del 76,1%; en 2013, de 76,0% y en 2014, de 76,7% . Desde CCOO no queremos que la igualdad salarial se produzca porque se reduzcan los salarios masculinos, por lo que optamos por otro método de cálculo. Calculamos cuánto supone el salario masculino respecto del femenino, y por tanto, cuánto debe aumentar el femenino para equiparse. Así, en 2009, el salario anual medio masculino fue el 128,1% del femenino; en 2010, el 129,1%; en 2011, el 129,8%; y en 2012, el 131,5%; en 2013, el 132%, y en 2014, el 130%. Por eso hablamos de una brecha salarial de género del 30%, que es lo que tendría que aumentar el salario medio anual de las mujeres para equipararse con el salario medio anual de los hombres.

Hablamos de una brecha salarial de género del 30%, que es lo que tendría que aumentar el salario medio anual de las mujeres para equipararse con el salario medio anual de los hombres.

Como denunció en junio la Secretaría Confederal de Mujer e Igualdad de CCOO tras conocer los datos del Avance de la EES 2014, la brecha salarial entre mujeres y hombres es la monetarización de la discriminación, ya que supone el resultado, en términos monetarios, de las muchas discriminaciones laborales y sociales que persisten. Para CCOO, «la diferencia salarial anual ha crecido, pasando de 5.744 euros en 2010 a 5.983 euros en 2014». Y que, además, hay otros datos sobre los que conviene fijar la mirada, por ser enormemente reveladores de las discriminaciones que acechan a las mujeres y las condenan a ser mayoría en los salarios más bajos: «el salario medio de las mujeres son 19.744 euros al año, pero la realidad refleja que la mayoría de las mujeres ganan menos tal y como indica la mediana, que muestra que la mitad de las mujeres gana menos de 16.771 euros al año».

Además, como alerta CCOO, «las mujeres son quienes continúan percibiendo los salarios más bajos. El 68% de las personas que en 2014 ganaban entre 0 y 1 vez el SMI, y el 54% de quienes ganaban entre 1 y 2 veces el SMI eran mujeres. Todo ello pone de relieve que la pobreza laboral tiene rostro de mujer».

Como señala Ana Herranz, secretaria confederal de Mujer e Igualdad, «Es inconcebible que los poderes públicos, los gobiernos y sus políticas, las autoridades laborales y la sociedad en general sean tolerantes con esta expresión de máxima injusticia hacia el trabajo de las mujeres. No queremos más declaraciones retóricas de intenciones. Queremos medidas efectivas. Luchas contra todas las discriminaciones de género laborales y sociales y contra su expresión económica en la brecha salarial debe ser una prioridad».

Ana Herranz: «Es inconcebible que los poderes públicos, los gobiernos y sus políticas, las autoridades laborales y la sociedad en general sean tolerantes con esta expresión de máxima injusticia hacia el trabajo de las mujeres».

Añade Ana Herranz: «Se lo exigimos al nuevo gobierno: políticas activas de empleo con perspectiva de género, plan de choque de empleo para personas en paro de larga duración (la mayoría, mujeres), políticas coeducativas, políticas de protección social más justas y solidarias, políticas fuertes de igualdad de oportunidades, servicios públicos universales y de calidad. Deben mejorar las condiciones laborales y de seguridad social de las personas trabajadoras del hogar, equiparándose en derechos y prestaciones con el resto de personas trabajadoras. Deben cerrarse los procesos de acreditación profesional de cuidadoras y otros sectores feminizados. Debe articularse una inserción laboral con itinerarios personalizados que atienda a las barreras sociolaborales específicas de las mujeres. Debe articularse una nueva regulación de la contratación a tiempo parcial. Debe combatirse la segregación en la elección de estudios y profesiones, con una verdadera política coeducativa. Debe darse desarrollo reglamentario a la Ley de Igualdad, especialmente en materia de retribución y transparencia. Debe garantizarse mayor formación específica y medios a la Inspección de Trabajo para combatir la brecha salarial de género».

En CCOO también sabemos qué hacer para combatir la brecha salarial mediante la Negociación Colectiva. Con el PROYECTO ACCTIOON EQUAL PAY desarrollado por CCOO en 2014-2015, hemos activado al máximo nuestro trabajo sindical para conocer en profundidad, detectar y combatir la brecha salarial de género y sus factores causantes, y hemos elaborado algunos instrumentos y herramientas para ello, como la Guía Brecha salarial de género: análisis y propuestas sindicales para la negociación colectiva y el Informe sobre la brecha salarial de género: impacto, negociación colectiva y actuación sindical.

Y desde nuestra acción sindical, empresa a empresa, sindicalista a sindicalista, ponemos nuestra fuerza sindical al servicio de acabar con las injusticias laborales, trabajando por la revalorización de los salarios, por el aumento del SMI a 800 euros el primer año de legislatura y al 60% del salario medio en los cuatro años. La acción sindical con visión de género que garantiza CCOO, junto a la presencia paritaria de mujeres y hombres en las estructuras sindicales, también en las mesas de negociación, y la formación en género, son tres elementos que podemos aportar desde CCOO y que resultan definitivos y determinantes para apremiar en centros de trabajo y a los poderes públicos a la eliminación de la desigualdad retributiva. De las discriminaciones sociales y laborales que la causan.

Le decimos al nuevo gobierno: No vamos a tolerar más dilaciones. Es una desigualdad principal que requiere de actuaciones prioritarias. Urge combatir las discriminaciones sociales y laborales para eliminar definitivamente una brecha salarial que nos avergüenza como sociedad.

 

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