Estos días se están produciendo los primeros arrestos contra el alquiler de las capacidades reproductivas de las mujeres en Camboya y el tema ha despertado gran interés en la sociedad camboyana y en los medios de comunicación, abriendo los principales medios de noticias.
La primera redada policial en Camboya contra la industria del alquiler de vientres se salda con 3 detenidos, acusados por el artículo 332 del Código Penal, que fue originalmente redactado para combatir la trata de niños/as, y que prohíbe actuar como intermediario entre padres adoptivos y una mujer embarazada.
Desde las 3 detenciones, incluida a una enfermera australiana, las agencias (EFE, Reuters, etc.) y medios internacionales, sobre todos los australianos, están informando sobre el tema. Esto está provocando miedo en esta “industria” y ahuyentando a los compradores de vientres. Tanto es así que la embajada australiana ha pedido a sus ciudadanos que no alquilen vientres en Camboya.
La subrogación comercial llegó a Camboya hace poco más de un año, tras su prohibición en Tailandia, India y Nepal. Este país no tiene una ley que se aplique directamente sobre el alquiler de vientres, pero en los últimos meses ha comenzado a manifestar su intención de prohibir la industria. La detención de estos tres individuos ha sido la primera en Camboya en actividades relacionadas con la compra de las capacidades reproductivas de las mujeres.
Mientras tanto, las madres alquiladas en Camboya son arrojadas al limbo por los arrestos, algunas con embarazos muy avanzados. Según Josh Lam, fundador de New Genetics Global, con sede en Tailandia, los futuros padres extranjeros que viajan a Camboya, muchos de los cuales son australianos, podrían enfrentarse a dificultades administrativas al intentar registrar a los bebés nacidos fuera del país.
Rodrigo Montero, consejero de género para la agencia alemana de desarrollo internacional GIZ, dijo que el gobierno debería, por el contrario, abordar los problemas de pobreza a largo plazo, cuestionando así la idea de que la legalización del alquiler de vientres protegería a las madres de alquiler.
«Según las experiencias de otros países, la legalización de la maternidad subrogada no impide que las mujeres sean explotadas o maltratadas», dijo Montero. «En países como Camboya donde los sistemas de salud y la aplicación de la ley son muy débiles, la legalización de la subrogación… Abre la puerta para más y más abusos «.