Después de la multitudinaria manifestación del 26 de noviembre en Roma, el movimiento feminista italiano #NonUnaDiMeno continúa trabajando de forma muy activa. Quedó demostrado el pasado fin de semana en Bolonia, donde cerca de dos mil personas de todas partes de Italia se reunieron para organizar la huelga general del próximo 8 de marzo y, además, escribir un Plan feminista contra la violencia de género.
La asamblea de Bolonia llevaba organizándose desde el pasado mes de noviembre, cuando tuvo lugar una manifestación nacional y una asamblea feminista en la Universidad de la Sapienza de Roma. En Bologna se ha comprobado que esto no es algo pasajero. Existe una red fuerte de mujeres feministas dispuestas a cambiar la realidad italiana. Y, también, cada vez, más hombres y chicos muy jóvenes. Se trata de un movimiento que mira hacia al exterior, que se inspira en los feminismos de otros países y que quiere que Italia haya un verdadero cambio social.
Más de 1400 personas se habían inscrito a las jornadas de Bolonia, pero han sido muchas más las que han llenado un aulario de la facultad de Derecho de la Universidad de Bolonia durante dos días de intensos debates. Aunque se había puesto un límite de plazas por cuestiones logísticas, las organizadoras se vieron obligadas a dejar pasar a todas las personas que quisieron unirse a la asamblea. Ha sido una verdadera “marea”, como también en Italia se ha (auto)definido el movimiento #NonUnaDiMeno.
Este plan pretende ser la respuesta al que lanzó el Gobierno y que muchos grupos feministas han criticado por ser insuficiente y haberse realizado sin contar con los históricos Centros Antiviolencia, asociaciones feministas que, hasta hace muy poco, han representado la única respuesta a la violencia de género en Italia.
La primera jornada, se dedicó por completo a escribir el Plan feminista en los ocho grupos de trabajo que ya se crearon en Roma: derecho y legislación; trabajo y bienestar social; educación a la diversidad, afectividad y sexualidad; feminismo migrante; sexismo en los movimientos; derecho a la salud sexual y reproductiva; narración de la violencia a través de los medios; vías de salida a situaciones de violencia. Este plan pretende ser la respuesta al que lanzó el Gobierno y que muchos grupos feministas han criticado por ser insuficiente y haberse realizado sin contar con los históricos Centros Antiviolencia, asociaciones feministas que, hasta hace muy poco, han representado la única respuesta a la violencia de género en Italia.
Como en otros países, el movimiento #NonUnaDiMeno también ha decidido aprovechar la convocatoria global del 8 de marzo para realizar una huelga general en Italia. Por eso, el segundo día de asamblea, se dedicó a pensar en todas las formas posibles de hacer huelga. Son muchas las mujeres precarias que no tendrán la posibilidad de ausentarse del trabajo productivo, por eso, también se ha planteado una huelga de cuidados y una huelga de consumo de 24 horas. Algunos sindicatos de base han apoyado la convocatoria, pero aún se está pidiendo el apoyo de grandes sindicatos, como el Cgil.
8 puntos clave para la huelga del 8 de marzo
Los momentos más emotivos del fin de semana se vivieron durante la asamblea plenaria en la que se mostraron las conclusiones de cada grupo de trabajo y se propusieron los 8 puntos clave de la huelga general del 8 de marzo, uno por cada grupo de trabajo (texto completo en italiano):
1) La respuesta a la violencia es la autonomía de las mujeres.
2) Sin la efectividad de los derechos no hay justicia ni libertad para las mujeres.
3) Sobre nuestros cuerpos, sobre nuestra salud y sobre nuestro placer, decidimos nosotras.
4) No somos las siervas del neoliberalismo.
5) Queremos tener la libertad de movernos y de quedarnos.
6) Queremos destruir la cultura de la violencia a través de la formación.
7) Queremos dejar lugar a los feminismos en todos los movimientos sociales y políticos.
8) Rechazamos los lenguajes sexistas y misóginos de los medios de comunicación y la representación de nuestros cuerpos como objetos.
Conscientes de las dificultades, pero emocionadas por ver a tantas personas diversas, de todas las edades, nos dimos cita para abril. El trabajo continuará a través de plataformas online, de correos electrónicos y de grupos locales, porque el plan feminista tiene que estar listo en junio. Es la fecha que nos hemos dado y sabemos que esto es solo el principio. El trabajo que nos espera es largo, pero tal y como una jovencísima activista dijo al cierre de la asamblea, “éramos una marea, ahora somos un océano y no habrá ningún escollo que nos pueda parar”.