- Esther González saca adelante una proposición no de ley que pide además que la Benemérita quede excluida de la aplicación del nuevo código penal militar
La diputada de Nueva canarias (NC), Esther González, ha obtenido el apoyo unánime del Parlamento para que la Guardia Civil adquiera chalecos antibalas femeninos y que, con independencia del genero, la compra sea en número suficiente para todos sus efectivos. La parlamentaria del grupo nacionalista de izquierdas ha promovido además, en esta ocasión sin el apoyo del PP, que la Benemérita quede excluida de la aplicación del nuevo código penal militar salvo cuando se encuentren en misiones militares.
Esther González ha defendido una proposición no de ley en la comisión Gobernación, Justicia, Igualdad y Diversidad, que ha concitado el apoyo de todos los grupos, en relación a la exigencia de dotar de chalecos antibalas a la Guardia Civil en «número suficiente y en modelo y talla adecuado a cada género y morfología».
La iniciativa de NC al Gobierno estatal contiene una segunda reclamación, que también ha sido aprobada por mayoría, para que la modificación del nuevo código penal militar, en vigor desde el pasado 15 de enero de 2016, no se aplique al personal de la Benemérita, excepto cuando se encuentren en misiones militares.
La portavoz de NC en la materia incidió en que la seguridad de estos agentes «no puede condicionarse a decisiones políticas, sobre la oportunidad o no de realizar» el gasto de adquisición y dotación, «aún menos», observó, cuando se procedió, hace ya un tiempo, a elevar al nivel 4 de alerta terrorista. Ahora más que nunca el uso de este tipo de equipamiento, según González, se ha convertido en una «imperiosa la necesidad».
Pero, como en tantos otros ámbitos, denunció, son las mujeres en la Guardia Civil también «las peor paradas» al desatender sus exigencias de género e incluso sufrir la incomprensión de sus mandos por esta misma condición. Se refería al caso de la agente de Salamanca que, recientemente, tuvo que prestar declaración por un delito militar por insubordinación tras negarse ante un superior a usar un chaleco antibalas masculino.
El delito militar, prosiguió la diputada de NC, se ha desestimado pero el expediente disciplinario sigue abierto y con una elevada probabilidad de sanción. «Injustificable», denunció, cuando el chaleco femenino fue además adquirido por ella misma, para sustituir al disponible, que «además de no protegerle, le impedía» utilizar su arma y el resto de los elementos de la dotación oficial.