FSC-CCOO ha decidido posicionarse públicamente en contra sobre el debate de los vientres de alquiler y ha publicado una resolución en la que señalan directamente que «la maternidad subrogada es una práctica despojada de toda consideración ética y que se reduce a una forma de consumo más que está siendo defendida desde una lógica patriarcal».
Explotación de la capacidad reproductiva de las mujeres
En los puntos en los que argumentan su resolución, FSC-CCOO señala que la “maternidad subrogada” es una práctica que consiste en la obtención de un ser humano recién nacido a la carta mediante la firma de un contrato entre una mujer, la madre gestante, y unos terceros, los llamados “padres intencionales”.
En ese contrato la madre renuncia a sus derechos de filiación y custodia sobre su hijo y se somete a un absoluto control durante todo el embarazo y el postparto por parte unos terceros, teniendo que acatar las decisiones que éstos tomen, incluyendo la posible interrupción del embarazo o hasta el rechazo del bebé si el “producto final” no cumple con las expectativas iniciales.
Negocio millonario a nivel mundial
El sindicato recuerda que en España esta práctica está prohibida y contraviene las disposiciones de la Unión Europea relativas a la dignidad humana, la trata y el tráfico de personas, y la adopción. «Ante el hecho cierto de la existencia de niñas y niños adquiridos de forma ilícita, el Estado debería ejercer la tutela institucional de los mismos y no reconocer esta práctica por la vía de los hechos, sucumbiendo al chantaje por la situación de desprotección de la infancia», afirman.
Señalan también que los lobbies a favor de los vientres de alquiler ponen el acento en el altruismo de las madres y su libre consentimiento (aunque se trata de un negocio millonario a nivel mundial), y que estas condiciones son «poco verosímiles en una sociedad en la que la pobreza tiene rostro de mujer y persisten grandes brechas de género, en la que la venta de la capacidad sexual o reproductiva puede ser cuestión de supervivencia para muchas mujeres».
FSC-CCOO recuerda que como sindicato luchan por reducir la desigualdad de las mujeres en la sociedad, «para que puedan llevar a cabo proyectos de vida digna, ser libres y emanciparse mediante el acceso al empleo en igualdad de oportunidades, mediante la percepción de un salario decente y disfrutando de unas condiciones laborales razonables»; precisamente por eso se posicionan a favor de «una sociedad en la que las mujeres no vean un medio de subsistencia en la venta de sus cuerpos o el alquiler de sus úteros».
FSC-CCOO se posiciona públicamente en contra de la legalización de la “maternidad subrogada” en España, y por extensión en el mundo, porque «vulnera derechos fundamentales de las mujeres y se aprovecha de su desigualdad para explotar y mercantilizar su capacidad reproductiva».