Khalida Popal hizo historia al convertirse en la primera mujer capitana de la selección nacional de fútbol afgana en 2007. Ahora vive en situación de asilo en Dinamarca.
Khalida es activista por la igualdad en el deporte, y ha intervenido, entre otros, en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de ONU Mujeres Brasil y el Comité Olímpico Internacional (COI) para destacar el deporte como un vehículo para lograr la igualdad de género y poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas.
El Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 se propone eliminar todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres y las niñas, y garantizar la igualdad de oportunidades para el liderazgo a todos los niveles de la toma de decisiones en la vida política, económica y pública.
Mi madre me enseñó a jugar al fútbol y al principio jugaba para divertirme. Pero pronto empecé a enfrentarme a la oposición tanto de mujeres como de hombres. Las profesoras y los profesores me echaban de clase porque jugaba al fútbol. Pero, si los hombres juegan al fútbol, ¿por qué no lo pueden hacer las mujeres?
En Afganistán, a las mujeres que juegan al fútbol las llaman prostitutas. El fútbol se entiende como un deporte para hombres.
Me convertí en la primera mujer capitana de la selección nacional afgana en 2007. Elegí el fútbol como herramienta para reclamar mis derechos, y para ayudar a otras mujeres a reclamar sus derechos.
Éramos cuatro chicas en el equipo. La gente nos tiraba piedras y basura. Recibí muchas amenazas de muerte.
El fútbol nos ha permitido unirnos y formar un grupo para generar conciencia. Éramos cuatro chicas en el equipo. La gente nos tiraba piedras y basura. Recibí muchas amenazas de muerte.
Finalmente, tuve que escoger entre mi familia y seguir viva. Me fui de mi país. Fue la decisión más difícil. Soy una mujer, y soy fuerte. No me callarán.
Este reportaje está tomado de la web de ONU Mujeres. Tribuna Feminista es medio oficial de UN Women’s Step It Up! Media Compact, alianza de medios internacionales para jugar un rol activo en el avance de la igualdad de género dentro del marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.