Reino Unido ha vivido este mes un escándalo misógino que da una bofetada a víctimas de violaciones y madres solteras, bajo la excusa de ahorrar al gobierno unas cuantas libras. Y es que el presente gobierno conservador ha lanzado* una ley según la cual, aquellas mujeres que quieran recibir ayudas sociales para un tercer hijo o hija no podrán hacerlo, excepto si la criatura ha sido concebida como resultado de una violación. En este caso, el gobierno quiere detalles: un formulario de nada menos ocho páginas tendrá que ser rellenado, incluyendo el nombre del niño o la niña. Ah, y sólo es aplicable a situaciones en las cuales el violador ya no vive con su víctima.
Da igual que este proceso signifique que la mujer tendrá que recordar un suceso traumático y el sufrimiento que eso conlleva. El caso es que el gobierno británico conservador está metido de lleno en políticas de austeridad y como los gobiernos de otros países, en lugar de perseguir políticos/as corruptos, nada mejor que sacar una ley que persigue a mujeres y criaturas indefensas.
El presente gobierno conservador ha lanzado una ley según la cual, aquellas mujeres que quieran recibir ayudas sociales para un tercer hijo o hija no podrán hacerlo, excepto si la criatura ha sido concebida como resultado de una violación
Algunos políticos rápidamente han defendido la iniciativa como una medida que extendería beneficios económicos a madres solteras, pero una no puede menos que rascarse la cabeza pensando en qué estarían pensando quienes la lanzaron. ¿Cómo es que sólo se tiene que denunciar la violación en caso de un tercer hijo o hija y no en los otros/as dos? ¿Qué tipo de pruebas de la violación se necesitan exactamente? ¿El establecer que la criatura es producto de una violación va a ir seguido de una denuncia y, por consiguiente, acabará el violador en la cárcel también?
Dicen las encuestas que sólo 5.7% de las violaciones en Reino Unido resultan en cárcel para el violador. La causa principal en esta “cultura” de la violación es que a las víctimas no se las toma en serio. ¿Las creerá ahora el gobierno, para ahorrarse un dinero?
Estas son preguntas para las que por ahora no hay ninguna respuesta. Por ahora, la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, se ha pronunciado firmemente sobre esta ley (la ha llamado “asquerosa”), y en la ciudad escocesa de Glasgow se organizó una protesta. Hay una petición también. El gobierno conservador, encabezado por la primera ministra Theresa May, no ha dicho gran cosa al respecto.
Todas las medidas que pretenden controlar el presupuesto público cortando ayudas a mujeres y menores de edad son repugnantes. Pero más asqueroso todavía es chantajear a las mujeres de esta manera, y negarles unos beneficios a cambio de revelar información sobre un crimen traumático, una experiencia violenta y también tan íntima.
*La ley es en realidad de 2016, pero ha salido ahora a la luz