La Organización de Mujeres de La Intersindical Región Murciana ha emitido un comunicado donde muestran su preocupación por «las otras víctimas del machismo», en referencia a los 52 menores han sido asesinados por sus padres en la última década.
La Intersindical pide que se desarrollen políticas con medidas concretas que garanticen la protección de las víctimas de la violencia machista, tanto de las mujeres como de sus hijas e hijos. «Hay que parar esta atrocidad», señalan. «No podemos permitir que a los maltratadores se les conceda la custodia compartida de sus hijos e hijas o régimen de visitas, como viene pasando, ya que en esos momentos dejamos a los menores totalmente desprotegidos».
También señalan el uso en procesos judiciales del falso «Síndrome de Alineación Parental (SAP)» para conseguir el fallo favorable de la custodia compartida. Recuerdan que el SAP es un falso síndrome que no ha sido admitido como tal por ninguna de las organizaciones científicas sobre las enfermedades y trastornos mentales, y que, sin embargo, algunos magistrados lo siguen admitiendo como prueba, llegando así a otorgar la custodia compartida a maltratadores o incluso a quitar directamente la custodia a la madre.
En la Región de Murcia, el próximo mes de junio, Giuliana se enfrenta a un juicio por la custodia de su hija. La Intersindical señala que existen indicios de presuntos malos tratos y de presuntos abusos a la menor por parte del padre: «Esperamos que la justicia sea justa y que se lleve a cabo un proceso con total transparencia que garantice la protección de la menor de 5 años y su correcto desarrollo personal».
La Intersindical confirma que se sumará a las movilizaciones que se realicen para apoyar a Giuliana.
52 menores asesinados en 10 años
La Organización de Mujeres de La Intersindical Región Murciana hace referencia en su comunicado al reciente asesinato de un niño de 11 años en A Coruña a manos de su padre pero señalan también otros casos anteriores, como el parricida asesinó a su hijo el pasado domingo 7 de mayo durante el régimen de visitas que se había estipulado. La madre del niño, separada hace ya 7 años de su exmarido, había presentado una denuncia en comisaría el mismo día ya que éste no había devuelto al niño en el punto de encuentro familiar como estaba acordado. Al día siguiente, gracias a la investigación policial, el parricida confesó el crimen y el lugar donde se encontraba el cuerpo del niño.
«Era una víctima evitable y lo creemos porque la madre ya había denunciado a su exmarido en 2008 por coacciones. Denuncia por la cual fue condenado y se dictó una orden de alejamiento hasta 2013», lamentan. «¿Alguien cree que una persona que coacciona y amenaza a su exmujer puede ser un buen padre? Un maltratador nunca puede ser un buen padre. Por ello, pensamos que una vez más las instituciones jurídicas no han tenido la capacidad para garantizar la seguridad del menor y de su madre».