Esta semana se han conocido los datos oficiales del paro registrado correspondientes a mayo. Desde CCOO contraponen a las valoraciones triunfalistas la persistente realidad de las brechas de género. Este mes de mayo las mujeres ya constituyen el 57,3% del paro registrado, con una brecha de género de casi 15 puntos. Una brecha que no ha hecho más que crecer en los últimos años, conduciendo de manera unívoca a la feminización del paro. En mayo de 2007, las mujeres desempleadas suponían el 37,7% del paro registrado. Diez años más tarde, 20 puntos porcentuales más de desempleo de mujeres. Algo tendrá que hacer el gobierno. CCOO vuelve a demandar, con carácter de urgencia, un Plan de Choque en el empleo que afronte las brechas de género, entre otras medidas.
Como es habitual, la nota del Ministerio de Empleo sobre los datos de paro registrado correspondientes a mayo de 2017 no desagrega por sexo y hay que acudir al informe anexo deMayo 2017 para conocer que «el desempleo masculino se sitúa en 1.478.677 al bajar en 68.103 (-4,40%) y el femenino en 1.982.451, al reducirse en 43.805 (-2,16%) en relación al mes de abril. Si lo comparamos con mayo de 2016, el paro masculino baja en 257.901 (-14,85%) personas y el femenino se reduce en 172.374 (-8,00%)». Habrá que recordarle, una vez más, al Ministerio la necesidad de desagregar los datos y nombrar por separado a mujeres y hombres en un asunto tan crucial como éste. Porque no es casual que las mujeres superen en más de medio millón las cifras de desempleo que los hombres. No es casualidad, es indicio de discriminación en el acceso al empleo.
Este mes de mayo las mujeres ya constituyen el 57,3% del paro registrado, con una brecha de género de casi 15 puntos.
Estas cifras dejan ver el comportamiento desigual en las nuevas contrataciones. Al finalizar mayo, 111.908 personas han abandonado el desempleo, de ellas solo el 38% han sido mujeres. Las desempleadas suponen ya el 57,3% del paro registrado; los desempleados el 42,7%, observándose una brecha de género de casi 15 puntos. Una brecha que no ha hecho más que crecer en los últimos años, conduciendo de manera unívoca a la feminización del paro: en mayo 2016, el porcentaje de mujeres en el paro registrado era del 55,4%; en el mismo mes de 2015, el 54,2%; en el de 2012, el 50,4%; en el de 2008, el 43,3% y en el de 2007, el 37,7%.
Diez años más tarde, 20 puntos porcentuales más de desempleo de mujeres, que se corresponden a más de 700 mil desempleadas más (en mayo 2017: 1.982.451; en mayo 2007: 1.229.394).
Un mes más, el mapa de género del paro registrado es monocolor. En todas las CCAA, en todas las provincias, las mujeres desempleadas superan en número al de los hombres desempleados. ¿Otra casualidad?
Además, CCOO ha valorado de estos datos (Creación de empleo: mejora la cantidad, empeora la calidad), señalando, entre otros factores, que «el descenso mensual del paro en mayo sigue siendo mayor entre los hombres (-68.103) que entre las mujeres (-43.805), lo que mantiene el mayor descenso interanual del paro entre los hombres (-257.901, -14,9%) frente a las mujeres (-172.374, -8,0%) y agudiza la feminización del paro en España, donde más de la mitad (57%) de los parados registrados son mujeres».
Es importante destacar que 9 de cada 10 nuevos contratos han sido temporales, y un tercio, a jornada de tiempo parcial: «en mayo de 2017 se han firmado 2 millones de contratos, el 91,8% temporales (y un tercio de ellos a tiempo parcial) y solo el 8,2% indefinidos (4,8% a tiempo completo y otro 3,5% a tiempo parcial). Algo más de un tercio de los contratos firmados (35,5%) han sido a jornada parcial». (Ver Informe de coyuntura Laboral Mayo 2017 elaborado por el gabinete económico confederal de CCOO)
En todas las CCAA, en todas las provincias, las mujeres desempleadas superan en número al de los hombres desempleados
Por otro lado, aún tenemos recientes los datos que proporciona la Encuesta de Población Activa (EPA) relativos al 1º Trimestre (1T) de 2017. La tasa de actividad de los hombres se sitúa en el 64,62%, mientras que la de las mujeres es del 53,24%: continúa inamovible una brecha de género en la actividad de más de 11 puntos. O dicho de otro modo, hay más de dos millones de mujeres en edad de trabajar no incorporadas a la búsqueda de empleo, lo que visibiliza unas barreras ya en el acceso a la actividad. Si se igualasen estas tasas, el desempleo de las mujeres subiría hasta cerca del 40%.
También conviene recordar que, según la EPA del 1ºT 2017, el 72,4% de los empleos a tiempo parcial están desempeñados por mujeres. Dicho de otra forma, 1 de cada 4 mujeres ocupadas lo está con un trabajo a tiempo parcial. Y, por comparar, mientras el 24,8% de las mujeres ocupadas tiene este tipo de trabajo, es decir, 1 de cada 4, lo tienen el 7,9% de los hombres ocupados, es decir, menos de 1 de cada 10.
Ana Herranz, secretaria confederal de Mujer e Igualdad de CCOO reclama la necesidad de dar salida con carácter de urgencia a esta situación de desempleo que afecta de manera especial a las mujeres: «Instamos al gobierno a que actúe con urgencia y ponga en marcha un Plan de Empleo que ataje las brechas y desigualdades de género. Y la inspección laboral debe vigilar los procesos de acceso al empleo porque es evidente, las cifras lo demuestran, que permanecen mecanismos de discriminación que impiden el acceso al empleo en igualdad las mujeres».
Los 20 puntos porcentuales que ha aumentado el porcentaje de mujeres en el paro registrado en diez años evidencian que persisten mecanismos de discriminación, la inspección laboral no puede mirar a otra parte.
CCOO demanda al gobierno que asigne los recursos necesarios para vigilar desde la inspección laboral que no se produzca ninguna discriminación en el acceso y permanencia de las mujeres en el empleo, como es su obligación. La estadística oficial del paro registrado mes a mes permite constatar que existen obstáculos añadidos para la contratación de mujeres. Los 20 puntos porcentuales que ha aumentado el porcentaje de mujeres en el paro registrado en diez años evidencian que persisten mecanismos de discriminación, la inspección laboral no puede mirar a otra parte. La autoridad laboral debe vigilar y sancionar en lo que corresponda, de manera sistemática y urgente.
CCOO reclama que se deroguen las reformas laborales de 2010 y sobre todo de 2012, de enorme impacto de género. Para recuperar los derechos laborales, sindicales y de negociación colectiva arrebatados. Fortalecer la negociación colectiva es un antídoto para contrarrestar la precariedad laboral y las brechas de género. Exigimos también medidas y planes de igualdad en las empresas negociados con la representación sindical, que ofrezcan un diagnóstico real para poder afrontar las brechas detectadas en cada empresa o centro de trabajo con medidas correctores adecuadas a esa realidad. Y que cuenten con recursos y mecanismos para su implementación, seguimiento y evaluación, con garantías en los resultados.