El 17 de diciembre de 1981, la Asamblea General adoptó la resolución A/RES/36/172 K, mediante la cual se invita a los gobiernos y organizaciones a observar anualmente el 9 de agosto como el Día Internacional de Solidaridad con la Lucha de la Mujer en Sudáfrica y Namibia. Asimismo, el texto de la resolución llama a los gobiernos y organizaciones a aportar contribuciones generosas a los proyectos de los movimientos de liberación nacional y a prestar la ayuda necesaria a las mujeres y niñas y niños refugiados de Sudáfrica.
Este acuerdo internacional surge debido a la preocupación por la opresión de millones de mujeres y niñas/os bajo el régimen del apartheid. Ésta se manifiesta en asesinatos, detenciones extrajudiciales, tortura, el hambre y la ruptura familiar.
Antecedentes
El Partido Nacional, que llegó al poder en Sudáfrica en 1948, hizo del apartheid una política de Estado y propugnó la perniciosa ideología de que personas de origen racial diferente no podían convivir en igualdad y armonía. Los gobiernos sucesivos reforzaron el legado de la opresión racista contra la población que no fuera blanca (los indígenas africanos, las personas de origen asiático y los mestizos), que constituía más del 80% de la población.
En respuesta a la situación que se vivía en Sudáfrica, Naciones Unidas decidió crear, mediante la Resolución 1761, el Comité Especial contra el Apartheid en 1962, con el mandato de promover iniciativas internacionales y presentar informes, con recomendaciones, a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad. Durante la lucha contra el apartheid, el Comité Especial consideró que era esencial promover el establecimiento de fondos y organismos al margen de las Naciones Unidas, con la asistencia de gobiernos y ONG comprometidos, para complementar y apoyar las actividades de las Naciones Unidas, puesto que podían realizar tareas que no estaban al alcance de los órganos de las Naciones Unidas.