- Dado que cada vez más personas pueden acceder fácilmente a Internet y las redes sociales, la violencia cibernética contra las mujeres y las niñas es una preocupación cada vez mayor
- A pesar de la falta de datos, las estimaciones de la UE muestran que una de cada diez mujeres ha experimentado cierta forma de violencia cibernética desde la edad de 15 años
«Las mujeres son más propensas que los hombres a ser víctimas de formas graves de violencia cibernética y el impacto en sus vidas es mucho más traumático», dijo Jurgita Peciuriene, coordinadora del programa EIGE para la violencia de género.
Las y los expertos nos advierten que no pensemos en la violencia cibernética como un fenómeno separado de las formas de violencia en el mundo real. Las mujeres y las niñas que han sufrido acoso sexual, acecho o violencia de una pareja íntima ‘fuera de línea’ también son a menudo víctimas de violencia ‘en línea’ de la misma persona. Como ocurre con todos los tipos de violencia, la violencia cibernética afecta enormemente a las vidas de las víctimas y se presenta en muchas formas.
Las investigaciones sugieren que hasta el 90% de las víctimas de pornografía son mujeres y el número de casos está aumentando.
El acoso cibernético, por ejemplo, se refiere a una persona que envía repetidamente mensajes de correo electrónico o mensajes de texto no deseados a sus víctimas. El acoso cibernético se relaciona con ofender a una persona en línea con mensajes sexuales explícitos no deseados, amenazas de violencia o discurso de odio.
Una de las formas más inquietantes de la violencia en línea es la pornografía no consensuada que los antiguos socios suelen cometer. Esto significa publicar o distribuir imágenes o vídeos sexualmente gráficos en línea sin el permiso de una persona. Las investigaciones sugieren que hasta el 90% de las víctimas de pornografía son mujeres y el número de casos está aumentando.
Se necesita más información y sensibilización
La UE aún no tiene un enfoque común ni siquiera una definición común de la ciber-violencia, lo que significa que cada país la define y castiga de manera diferente. Algunos países ni siquiera lo consideran un crimen. Además, muchos casos de violencia cibernética no se informan a la policía. En los casos en que las víctimas denuncian la cyber-VAWG (por sus siglas en inglés Violence Against Women and Girls), la policía y la justicia no lo toman tan en serio como los incidentes reales de violencia. Todo esto da lugar a lagunas de datos ya la falta de estadísticas comparables a nivel de la UE, lo que significa que no podemos mostrar a los responsables de la toma de decisiones con qué frecuencia ocurre.
Esta es una preocupación seria, ya que significa que las víctimas a menudo tienen que conformarse con una protección inadecuada ya veces ni siquiera.
Aunque la violencia cibernética afecta a mujeres y niñas de diferentes maneras a hombres y niños, los estudios tienden a no diferenciar entre mujeres y hombres víctimas o autores.
Para arrojar más luz sobre este desafío que crece rápidamente, EIGE ha publicado un documento enfocado en la necesidad de datos desagregados por género sobre la ciberviolencia. Se constata que, aunque la violencia cibernética afecta a mujeres y niñas de diferentes maneras a hombres y niños, los estudios tienden a no diferenciar entre mujeres y hombres víctimas o autores.
Algunos Estados miembros, como Alemania, Francia y el Reino Unido, han adoptado intervenciones y buenas prácticas para abordar esta cuestión, pero se necesitan más investigaciones y medidas para combatir la cyber-VAWG y la amenaza que plantea. Las recomendaciones expuestas en el documento del EIGE ponen de relieve la necesidad de mejores respuestas políticas, más medidas de prevención y sensibilización. Por ejemplo, la educación de las mujeres y las niñas, así como la formación sobre la violencia cibernética en relación con el género para la policía.
La violencia cibernética contra las mujeres y las niñas
El creciente alcance de Internet, la rápida difusión de la información móvil y el uso generalizado de los medios de comunicación social, junto con la pandemia de violencia contra las mujeres y las niñas (VAWG), ha llevado a la aparición del cyber-VAWG como un problema mundial creciente, con consecuencias económicas y sociales potencialmente significativas.
Las investigaciones demuestran que 1/3 mujeres habrá experimentado una forma de violencia en su vida y, a pesar del relativamente nuevo y creciente fenómeno de la conectividad a Internet, se estima que una de cada diez mujeres ya ha experimentado una forma de violencia cibernética desde la edad de 15 años.
El acceso a Internet se está convirtiendo rápidamente en una necesidad para el bienestar económico y se considera cada vez más como un derecho humano fundamental; por lo tanto, es crucial asegurar que este espacio público digital sea un lugar seguro y empoderador para todas y todos, incluidas las mujeres y las niñas.
Con el fin de comprender mejor la naturaleza y la prevalencia de este tipo de violencia, el Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE) ha realizado recientemente una investigación documental.