El inicio del movimiento de emancipación de la mujer en Cataluña puede rastrearse ya en el Sexenio Democrático entre grupos republicanos federales, los primeros anarquistas y sectores librepensadores. Este primer feminismo, fuera ácrata o republicano, pretendió, en un ese momento histórico, intentar apartar a la mujer de la influencia clerical y no se preocupó prioritariamente de la cuestión del derecho al sufragio. Esta postura se basaba en que, si no se conseguía que la mujer se emancipase moral e intelectualmente, el reconocimiento del derecho al voto podría ser contraproducente no sólo para ella, sino, también para la causa del progreso, porque podía favorecer a las formaciones políticas más conservadoras. Este argumento se asemeja al que una parte de la izquierda empleó posteriormente en el debate sobre el sufragio femenino en las Cortes Constituyentes de 1931.
La primera organización feminista fundada y dirigida por mujeres fue la Sociedad Autónoma de Mujeres de Barcelona, ya activa en 1889 para algunos autores, mientras que para otros sería del año 1891. Fue impulsada por la espiritista Amàlia Domingo Soler, la anarquista Teresa Claramunt y la republicana, masona y librepensadora, Ángeles López de Ayala. Esta Sociedad celebraba veladas pedagógicas o instructivas y recreativas dedicadas a las mujeres. A esta organización le sucedió la Sociedad Progresiva Femenina, creada por López de Ayala en 1898, en Gràcia. Mantenía una escuela laica diurna y otra nocturna, además de organizar una compañía de teatro y un orfeón, que actuaban en centros obreros. Durante casi dos décadas esta Sociedad impulsó muchas actividades feministas, laicas y librepensadoras de Cataluña.
Desde el principio del siglo XX hasta 1918, aproximadamente, el feminismo catalán encontró un aliado en el radicalismo lerrouxista. En 1906, Ángeles López de Ayala fundó en Barcelona la revista “El Gladiador”, destinada a las mujeres, y que fue el órgano oficial de la Sociedad Progresiva Femenina. Allí colaboraron lerrouxistas, espiritistas, masones y las “Damas Radicales”. Al desaparecer esta publicación, la infatigable López de Ayala fundó “El Libertador” en el año 1910, cuyo subtítulo llevaba la siguiente nota: “Periódico defensor de la mujer y órgano nacional del Librepensamiento”. En 1914 impulsará “El Gladiador del Librepensamiento”, que desaparecería en 1920, juntamente con la Sociedad Progresiva. Sin lugar a dudas, Ángeles López de Ayala fue una escritora, dramaturga, intelectual y feminista fundamental en la lucha por la emancipación femenina en Cataluña y en España, centrándose en una doble lucha: contra la supremacía del hombre, pero, también, frente a la Iglesia Católica y su concepción de la mujer.
El 10 de julio de 1910 se produjo la primera manifestación multitudinaria de mujeres de la historia catalana y española, en Barcelona. Esta manifestación fue organizada por la organización feminista con Ángeles López de Ayala y con el apoyo de los radicales. Se trató de una iniciativa relacionada con las tensiones entre el presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas y la Iglesia Católica, apoyando la postura del político y del Gobierno en su intento de frenar el excesivo clericalismo de la sociedad española, aunque desde la perspectiva de la reivindicación feminista.
En las primeras décadas del siglo XX surgió un movimiento de mujeres ligado a la burguesía catalana, aunque no puede ser considerado claramente feminista. Destacaron: Dolors Monserdà y el grupo de la revista “Or i Grana” (1906-1907), Carmen Karr, directora de “Feminal” (1907-1917) y Francesca Bonnemaison, creadora del Institut de Cultura y de la Biblioteca Popular per a la Dona (1910).