La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Gipúzkoa ha condenado a 19 años de prisión a un padre acusado de matar a su hijo de 13 años en el piso de San Sebastián que había sido el hogar conyugal.
Los hechos probados de la sentencia que adjuntamos indican que el día 1-12-2011, el acusado abordó al menor cuando salió del bar a las 7,40 horas, rumbo del Instituto de Educación Secundaria Antigua-Luberri, donde comenzaba sus clases a las 8,00 horas. El acusado le convenció para que le acompañara al antiguo domicilio familiar de la calle que debían desalojar ese mismo día.
Como venganza contra su esposa
Según indica la sentencia, «una vez en la vivienda, encontrándose ambos en la habitación que fue dormitorio de los progenitores, el acusado, como venganza contra su esposa, por la decisión de ésta de divorciarse, clavó en el corazón, con la intención de matarle, un cuchillo de una hoja de 11 cm. de longitud y 2 cm. de anchura, produciéndole una herida que le causó un shock cardingénico y un taponamiento cardíaco, que tras varios minutos, le produjo la muerte».
La sentencia también indica:
«Tal y como consta en el punto 3· de este documento, queda probado que la intención de divorciarse de su todavía esposa había causado en el acusado una gran desazón». Un amigo de la familia, relató «las insistentes llamadas telefónicas y los mensajes de texto que el acusado envió a su entonces mujer, los días previos al suceso»
De manera aun mas explicita, el texto indica que «el acusado mató () para vengarse de la decisión de su esposa de divorciarse de él. No aceptó la libre decisión de su esposa y se vengó de ella, no atentando contra la misma, a quien no tenía acceso; sino contra un hijo de ambos, menor de edad, a quien sí tenía acceso».
Según el tribunal , «no cabe imaginar un incumplimiento mayor de los deberes que conlleva la patria potestad» y por ese motivo, acoge la petición de las acusaciones e impone al acusado la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad sobre sus hijos supervivientes» para la protección de éstos.
Además, la sentencia le prohíbe comunicarse con sus otros tres hijos durante 21 años e indemnizar a cada uno de ellos con 38.000 euros y a su exmujer con 200.000 euros.