¿Cuántas muertes se tienen que producir en la frontera con Marruecos para el Gobierno reaccione? Desde la sección local del CSIF de Ceuta se realizan esa pregunta desde que se inició el transito en el nuevo paso fronterizo denominado “Tarajal 2” y es que a día de hoy, habiendo pasado ya un año desde su apertura, se han escuchado muchas medidas y acciones pero no hemos podido ver ni vivir ninguna de ellas llevada al efecto.
El problema fronterizo de Ceuta y sobretodo, el irregular “comercio atípico” que se vive diariamente en nuestra ciudad debería haberse abordado como lo que realmente es, una emergencia nacional en una frontera de Europa con África.
El Gobierno de la Nación debería haber aplicado ya, un Plan de Emergencia en el que al menos se aplique las medidas a corto y medio plazo necesarias para imposibilitar que sigan produciéndose situaciones que deriven en la muerte de personas, las cuales sólo participan en este negocio por la imperiosa necesidad que sufren ante la falta de ingresos necesarios para subsistir adecuadamente.
Constatado está que, las personas que tienen una necesidad abrumadora de obtener algunos ingresos económicos participando en el “comercio atípico” en las unidades familiares que no encuentran otra forma de ingresos, arriesgándose incluso perder la vida da atisbos de el problema va a continuar pero nuestro País, como País del primer mundo y perteneciente a la Unión Europea tiene la obligación de implicarse en el más alto grado en solucionarlo urgentemente, aunque para ello debiera junto con Marruecos, aprobar un plan de ayuda social para los residentes en el norte de dicho país.
Es necesario que de manera inmediata se apruebe y aplique un Plan de Emergencia que imposibilite que situaciones como estas, se vuelvan a repetir.
No es de recibo que España sea culpable, directamente o indirectamente, del gran caos y desgracia humanitaria que se vive en la frontera de Europa con África.