Sobre el papel, la apuesta no parecía sencilla. Nunca lo es abordar, se trate desde la perspectiva que se trate, el tema de las adopciones. (Recuerdo al respecto la durísima y espléndida ‘La adopción’, dirigida por Daniela Féjerman). Más aún, como hace Patricia Ferreira en su última película, ‘Thi Mai. Rumbo a Vietnam’, en clave de comedia.
Sin embargo, la directora ha conseguido llevar a buen puerto aquel planteamiento inicial. Su guionista, Marta Sánchez, tiene mucho que ver en el asunto. Y el trabajo de las tres actrices también contribuye al acierto. Digo comedia porque el guión está repleto de diálogos ingeniosos y divertidos. La ironía del personaje de Aitana Sánchez-Gijón, el desmadre (cuando corresponde) del personaje de Adriana Ozores y las miradas de Carmen Machi están bien escritas e interpretadas.
Pero no estamos ante una comedia de gags continuos ni risas constantes, sino ante una historia, con esos tramos cómicos en destacado plano, que también esconde los lados menos amables de la vida, por apuntarlo de una manera suave. El poder de las mujeres para encarar sus desgracias está muy bien reflejado en cada personaje. Machi, en este aspecto, se queda con el trozo más goloso de la tarta y se desenvuelve con soltura en ese rol entre lo cómico y lo trágico que tan bien domina. Cuanto más alocado se vuelve el personaje de Ozores, como apuntaba antes, más sintonía encuentra con el espectador, llegando en ocasiones a momentos verdaderamente hilarantes.
Y el personaje de Sánchez-Gijón (la cámara la sigue queriendo tanto o más que hace veinte años) evoluciona de la ironía y el sarcasmo iniciales hacia la dulzura de una mujer cerca de los 50 que ha recibido sus golpes y que empieza a asumirlos con mayor sosiego. Puede que su papel sea el menos agradecido de los tres, pero Aitana lo resuelve con talento y eficacia. Aunque resulta siempre gratificante encontrarla en el teatro (donde lleva años refugiada), no estaría mal que le ofrecieran más a menudo jugosos papeles en cine.
De ese viaje a Vietnam, ninguna de las tres mujeres regresará siendo la misma. Y esa evolución repleta de matices es, a mi juicio, lo más importante de esta película divertida y sentimental. De mujeres y búsquedas. Cine, una vez más, bien hecho por mujeres (pero no sólo destinado a ellas, dejémoslo claro). Que siga la racha.