Mujeres feministas vinculadas al ámbito académico, con una posición abolicionista frente a la industria del sexo y que apoyan activamente la huelga del 8 de marzo, hacen un llamamiento al movimiento feminista.
En una web que recopila adhesiones manifiestan que entienden «que la prostitución es una forma de opresión y de explotación económica y sexual de millones de mujeres en todo el mundo. Por eso, consideramos que la crítica a la prostitución debe formar parte del conjunto de vindicaciones feministas del 8 de marzo de 2018».
En su escrito indican que «La prostitución es una institución fundacional del patriarcado, pero también es crucial en la lreproducción del capitalismo neoliberal. Todas nosotras compartimos la idea de que la pobreza extrema, la falta de recursos y la desigualdad entre hombres y mujeres están en el origen de la industria del sexo. La actividad prostitucional se alimenta de la feminización de la pobreza y del racismo y estas realidades refuerzan la situación de vulnerabilidad de las mujeres que están en prostitución».
Este hecho las ha movido «a pedir la penalización de proxenetas y puteros, pues son ellos los que crean y sostienen el sistema prostitucional. Además, nos sentimos solidarias con las mujeres que están en la industria del sexo y manifestamos nuestra posición crítica frente a cualquier forma de criminalización» .
Reclaman a las instituciones que se diseñen y apliquen políticas públicas integrales para las mujeres que son explotadas sexualmente y que la huelga convocada el 8 de Marzo con el objetivo de que las mujeres tengan una vida libre de violencia y de desigualdad «no puede desconocer la prostitución como una fuente inagotable de explotación sexual y económica.
Entendemos que la prostitución es una forma de opresión y de explotación económica y sexual de millones de mujeres en todo el mundo. Por eso, consideramos que la crítica a la prostitución debe formar parte del conjunto de vindicaciones feministas del 8 de marzo de 2018.
La prostitución es una institución fundacional del patriarcado, pero también es crucial en la reproducción del capitalismo neoliberal. Todas nosotras compartimos la idea de que la pobreza extrema, la falta de recursos y la desigualdad entre hombres y mujeres están en el origen de la industria del sexo. La actividad prostitucional se alimenta de la feminización de la pobreza y del racismo y estas realidades refuerzan la situación de vulnerabilidad de las mujeres que están en prostitución.
Este hecho nos mueve a pedir la penalización de proxenetas y puteros, pues son ellos los que crean y sostienen el sistema prostitucional. Además, nos sentimos solidarias con las mujeres que están en la industria del sexo y manifestamos nuestra posición crítica frente a cualquier forma de criminalización. Por ello, reclamamos a las instituciones que se diseñen y apliquen políticas públicas integrales para las mujeres que son explotadas sexualmente.
Entendemos que la huelga convocada el 8 de Marzo con el objetivo de que las mujeres tengamos una vida libre de violencia y de desigualdad no puede desconocer la prostitución como una fuente inagotable de explotación sexual y económica.