El 8 de Marzo es el día internacional de la Mujer… y de las Mujeres

Carmen Mateu Gallardo
Carmen Mateu Gallardo
Mujer, antropóloga y militante feminista
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Desde que Judith Butler señaló que el feminismo refuerza el heteropatriarcado y el binarismo de género como en el juego de la Oca, las mujeres que no rechazamos nuestro sustrato biológico perdimos varios casilleros… es decir, nos obligan a reconocer los supuestos  privilegios que tenemos dentro del sistema para darle lugar a otras identidades oprimidas.

Desde los 90 en que el neoliberalismo comenzó a arrasar con la mayoría de las conquistas sociales del primer mundo y sometió a la devastación humana y ambiental a los países periféricos -no solo logró la mayor concentración de la riqueza en un grupo minúsculo y exclusivos de empresas y personas-, afianzó el discurso libertario hacía el éxito individual, el empoderamiento, la competitividad y la igualdad de género. Pero no siendo suficiente, desde las academias estadounidenses se definió qué es lo verdaderamente opresor en el sistema y de qué nos debíamos liberar. En síntesis el enemigo de las libertadas individuales es la dictadura de género y el heteropatriarcado, de capitalismo ni hablemos.

En pleno auge del libre comercio en México, cuando firma el TLC con los Estados Unidos (1994) la frontera norte se llena de  “maquilas” y  de locales table dance, todas de franquicias estadounidense acrecentándose la trata de mujeres. Paralelamente se incentivaron los estudios de género en las universidades y el feminismo pasó de ser un movimiento social y se transformo en una reflexión académica con la finalidad de elaborar políticas públicas o acciones afirmativas para reducir y mitigar las desigualdades económicas y sociales del género oprimido.  Mientras tanto las migrantes jóvenes de Ciudad Juárez eran asesinadas con inusitada crueldad, genocidio nunca reconocido, con un perfil definido socioeconómico y étnico. Jóvenes mexicanas–menores de 25 años- pobres, trabajadoras de la maquila,  torturadas hasta lo indecible, algunas llegaron a sufrir 3 o 4 paros cardíacos antes de morir, revelados en las autopsias. En el resto de América central las mujeres indígenas eran violadas masivamente como correctivo y las más jóvenes debían pasar pruebas similares para pertenecer y sobrevivir dentro de las maras, en situaciones de extrema violencia naturalizada por la sistemática intervención Norteamérica

El feminismo académico mexicano, en ese contexto realiza un giro espectacular alineándose con la intelectualidad estadounidense, redefiniendo su perspectiva teórica con la ideología liberal, conductista y culturalista. De ahí en adelante se instala la discusión sobre el género, que se define como la construcción cultural que nos normativiza y oprime. Es el enemigo de la libertad de las personas que no se identifican con su genitalidad y su sexo biológico pero también reprime al resto de las personas sometidas por “el encasillamiento” de género.

En este contexto se interpeló a las feministas y se tildó al feminismo de retrogrado por promover y/o mantener el binarismo de género y no atacar el heteropatriarcado. Muchas feministas y mujeres latinoamericanas dijimos: Si Wana.

Esta institución invisible que es el patriarcado fomentó un orden social, económico y simbólico que es violento para las mujeres y que a pesar de los siglos de la orgullosa civilización que cuenta occidente no ha disminuido si no que ha ido en aumento. El feminismo nunca puede ser liberal, no se trata de: MI CUERPO MI DECISIÓN porqué esta consigna esconde el destino de violencia de la mayoría de las mujeres que no pueden decidir sobre su propio destino dentro del capitalismo y menos aun en el resto del mundo y en los países colonizados. El feminismo no busca romper ningún techo de cristal ni busca la igualdad de género. Es imposible pedir igualdad en dónde existen diferencias que tienen que ser reconocidas, re-valoradas y re-significadas.

Cuando hablamos de violencia específica por ser mujeres-hembras de la especie humana, nos referimos a temas como:

  • Obligar a parir a niñas menores de 13 años.
  • La prostitución naturalizada, ahora llamado trabajo.
  • Pornografía
  • Violaciones
  • Criminalizar el aborto
  • Violencia obstétrica
  • Mutilación genital
  • Aborto selectivo de fetos femeninos
  • Rituales de desfloramientos
  • Matrimonios infantiles
  • Trabajo doméstico no reconocido/si derecho a jubilación
  • Menor escolarización
  • Inanición por haber nacido niñas
  • Explotación sexual y reproductiva de las mujeres bajo la modalidad de incubadoras de seres humanos. Para el feminismo liberal esta son oportunidades de trbajo y empoderamiento.
  • Venta de óvulos y la subsiguiente invisibilización de los estragos físicos que producen la práctica.
  • Miles de mujeres refugiadas obligadas a intercambian sexo por ayuda humanitaria: viajes/sobrevivencia/alimentos

El 8 de Marzo es el día internacional de la Mujer y de las Mujeres:

No somos privilegiadas del sistema, las mujeres somos más del 50% de la población mundial y el feminismo visibiliza la necesidad de cambiar un sistema que está siendo catastrófico a nivel humano y ambiental.

El 8 de Marzo es el día internacional de la Mujer y de las Mujeres:

El feminismo es un movimiento que se propone destruir la forma depredadora de producir y no tener en cuenta quién produce y qué se produce. El feminismo es anticapitalista, antirracista y antisexista. No nos interesa romper ningún techo de cristal, queremos cambiar el mundo, no basta “empoderar” a las mujeres de los países pobres con una máquina de coser o unas cabras, la situación de la mayoría de las mujeres es cada vez de mayor violencia. El feminismo es un movimiento de mujeres que sabe y conoce que la diversidad biológica y la biodiversidad sexual y social enriquecen la vida. Y tenemos claro que ningún otro movimiento puede subsumir nuestras demandas y hablar por nosotras.

El 8 de Marzo es el día internacional de la Mujer y de las Mujeres:

El capitalismo permanece intacto gracias a que construye y señala quienes son los enemigos de la libertad y logra confundirnos.

El capitalismo no acepta límites en su libertad para producir y buscar consumidores, es insaciable.

Y mientras el capitalismo va quitando conquistas y derechos sociales, privatiza recursos naturales, destruye el ambiente, militariza países con sistemas políticos “democráticos”, hace un culto a la libertad individual y egoísta. Ha elaborado estrategias para convencer a parte del feminismo que el cuerpo de las mujeres es un producto comercializable por partes o por funciones en el mercado.

Las feministas nos oponemos a la comercialización de las mujeres, de nuestro cuerpo y de la vida.

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