El objetivo de los Servicios Penitenciarios es proporcionar las herramientas para el empoderamiento femenino y pautas positivas de salud sexual y reproductiva. Se sabe que seis de cada diez internas son víctimas de violencia de género y tienen problemas de salud mental
Las mujeres sólo representan el 7% (562) de la población reclusa. En cambio, las internas requieren un tratamiento que se adapte a sus necesidades.
El Departamento de Justicia, a partir de la experiencia de varios centros penitenciarios, ha creado el primer programa de tratamiento con visión de género que se aplicará a todas las cárceles con mujeres de Cataluña.
Empoderamiento de las mujeres
El objetivo de esta iniciativa es el empoderamiento de las mujeres reclusas y su preparación para el retorno a la vida en libertad. Los equipos profesionales (Educación Social, Psicología, Trabajo Social y Juristas) de cada centro ofrecen este tratamiento en función de la trayectoria de las internas y su situación social y familiar.
Todo el tratamiento se desarrolla en grupos muy reducidos. Se trata de proporcionar herramientas para la maternidad, para potenciar la autoestima y para una conducta sexual y sanitaria responsable. De los 13 centros penitenciarios de Cataluña, sólo hay cinco que tengan mujeres internas. Son el Centro de Mujeres de Barcelona – popularmente conocida como Wad Ras -, Brians 1 (Sant Esteve Sesrovires, Barcelona), Ponent (Lleida), Mas de Enric (El Catllar, Tarragona) y Puig de les Basses (Figueres, Alt Empordà).
Víctimas de violencia de género condenadas por robos y tráfico de drogas
El perfil de las internas en un centro penitenciario de la Generalitat es el de una mujer de 38 años, condenada a una pena de cinco años por robo (39%) o tráfico de drogas (32%). En seis de cada diez casos, han sido víctimas de violencia de género y sufren algún problema de salud mental. Las internas también duplican los casos de falta de recursos económicos respecto de los hombres y tienen menos red familiar.
Para las mujeres, el paso por la prisión implica una doble condena. La primera, relacionada con el delito que han cometido y, la segunda, por la transgresión del rol que tradicionalmente la sociedad les ha reservado como soporte principal en las cargas familiares.
Durante su proceso de rehabilitación, las mujeres respetan más las condiciones de salidas y permisos. Y una vez fuera, el grado de reincidencia es menor que el de los hombres.
en cifras
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mujeres
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hombres
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Han sufrido violencia de género
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59,41%
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—
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Problemas de empleo y ausencia de planes de futuro
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63,53%
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49,26%
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Problemas de salud mental
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65,29%
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49,56%
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Nivel educativo bajo
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62,94%
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73,86%
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Falta de apoyo familiar
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57,65%
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46,41%
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Alcohol y drogas
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59,41%
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67,10%
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Falta de recursos económicos
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42,28%
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20,25%
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cargas familiares
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29,41%
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26,71%
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por delitos
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mujeres
|
hombres
|
robos
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39,01%
|
42,88%
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Tráfico de drogas
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32,09%
|
15,60%
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tráfico
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1,77%
|
2,87%
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homicidio
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9,40%
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10,23%
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lesiones
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3,90%
|
4,18%
|
otros
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12,59%
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24,03%
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Total personas condenadas
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564
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7828
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mujeres
|
hombres
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Tasa de reincidencia 2014
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26,3%
|
30,5%
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