¿Por qué las manadas están de moda?

Trini López Verdú
Trini López Verdú
Profesora de filosofía del IES Las Norias de Monforte del Cid, Alicante.
- Advertisement -

Una pedanía de Alicante ha celebrado una típica Cabalgata de Reyes Magos que cuenta entre sus patrocinadores con un club de alterne. Entre las asociaciones, comisiones de fiestas, restaurantes, cafeterías, cervecerías, tiendas, supermercados y otros negocios encontramos un burdel típico de la localidad. ¿Será que no entiendo el mundo en el que vivo? ¿Es normal que una actividad principalmente infantil sea patrocinada por un negocio de este tipo? ¿Y por qué no? Claro, es una empresa más, no debe sorprendernos. Todos los negocios tienen que buscar maneras de promocionarse y esta es tan válida como cualquier otra. Recuerdo que no hace demasiado tiempo que los taxis de Alicante anunciaban un conocido club situado en plena ciudad. Las estrategias de marketing son imprescindibles en cualquier empresa para crecer y aumentar sus ventas. Los niños y las niñas comprenderán que se trata de un negocio como cualquier otro y que de mayores podrán trabajar en un bar, en una panadería, en una agencia o en un club. Bueno, más exactamente, los niños podrán ser futuros empresarios del sexo y las mujeres futuras trabajadoras sexuales, evidentemente esto es lo más habitual.
Así vamos normalizando todo. Primero resignificamos los nombres para darle un sentido diferente. La explotación sexual debe desligarse del sexo, que ciertamente es una dimensión humana necesaria y positiva del individuo, ese distanciamiento es necesario para recobrar ese buen sentido (hasta aquí todo bien). Entonces, si el sexo es algo bueno ¿por qué no comprarlo y venderlo? La explotación sexual concebida como negocio deja de ser considerada negativa, su significado adquiere nuevos matices relacionados con la libertad, la voluntad, los derechos de los trabajadores y trabajadoras…  Aparecen eufemismos como “empresarios de la industria del sexo”, “trabajo sexual”, “trabajadoras sexuales” o “clientes” para sustituir los términos malsonantes como “prostitución”, “proxenetas”, “prostitutas”, “mujeres prostituidas” o “puteros”. Además, esta maniobra permite distinguir entre una prostitución mala, relacionada con la trata y una prostitución buena, relacionada con la libertad de elección. Las connotaciones del lenguaje son fundamentales para diferenciar los dos tipos de prostitución. La primera debe ser perseguida pero la segunda, dicen muchos y muchas, debe ser aceptada. Y si la industria del sexo solo es una industria más, que por lo visto mueve mucho dinero… ¿por qué no anunciarla en una cabalgata, en una valla publicitaria o en un taxi? Solo es un paso más hacia la regulación o normalización de un tipo de comercio como cualquier otro.
A pesar de ello nos sorprendemos frente al auge de las manadas. Nos encontramos en los primeros días de enero y ya hemos añadido dos violaciones en grupo a la larga lista de los últimos años. Parece que las manadas están de moda y que se han convertido en una manera de celebrar las fiestas. Dos hombres han sido detenidos en Burriana por violar a una menor de 17 años en Nochevieja. También ha sucedido en Callosa d’en Sarrià, donde se ha convocado una manifestación contra la manada de Alicante este lunes, 7 de enero. Es de agradecer que el diario Información transmita con claridad el rotundo rechazo del Ayuntamiento callosino a cualquier tipo de violencia machista. Pero hay un hecho que merece un análisis especial. La prensa alicantina denuncia que una mujer de 19 años ha sufrido un delito contra la intimidad, un delito de agresión sexual y dos delitos de abusos sexuales por parte de cuatro jóvenes entre 19 y 24 años. Los matices del lenguaje son también importantes en este caso.
Las últimas sentencias nos han enseñado que no es lo mismo abusar sexualmente que agredir o violar. El lenguaje describe lo sucedido realmente y es el fundamento de las sentencias. Si no he entendido mal, no es lo mismo usar el cuerpo de una mujer, que abusar de ella sin recurrir a la fuerza, que utilizar la violencia o la agresión. Pero volvamos al principio: una mujer de 19 años y cuatro jóvenes entre 19 y 24 años. ¿Soy demasiado susceptible o algo suena mal? Vamos a dar la vuelta a estas afirmaciones: una joven de 19 años y cuatro hombres entre 19 y 24 años. Es igual de repugnante, pero parece que ahora suena peor. Evidentemente “cuatro hombres agreden a una joven” suena mucho peor que “una mujer es agredida por cuatro jóvenes”. Desde luego, los matices del lenguaje son importantes. “Hombre” y “mujer” son términos que utilizamos para describir a los adultos, personas autónomas que, en mayor o en menor medida, saben lo que hacen y son los únicos responsables de sus acciones. Las connotaciones de los términos “Jóvenes”, “juventud” son diferentes, todavía se están formando y han comenzado a adquirir esa autonomía.
Vamos a extraer consecuencias. ¡Seguro que para muchos y muchas no son sorprendentes! Una noche de fiesta… cualquier cosa es posible. Los jóvenes salen por la noche, se divierten, se dejan llevar, cometen excesos… hasta aquí todo bien, nadie tiene porque hacer daño a nadie en una noche de juerga. Pero resulta que hemos dado otro paso más, los jóvenes tienen que divertirse y usar el cuerpo de las mujeres es algo normal para conseguir esa diversión. Pueden pagar por ello o pueden hacerlo gratis. ¡Si lo ven continuamente en las películas y tienen un acceso ilimitado al porno! En una sociedad que anuncia y vende los cuerpos de las mujeres, esto quizás no les parezca tan grave, solo están usando aquello que les proporciona placer, es un juego de jóvenes y, naturalmente, a veces… pierden el control, se exceden.
Para colmo algunos se empeñan en que la violencia de género no existe como tal, es solo un caso más de violencia doméstica y no solo la sufren las mujeres. También los hombres son agredidos. ¿Aparecen de nuevo las trampas del lenguaje? ¿Se trata de otro paso más? Para rechazar las políticas de igualdad y contra la violencia de género se ha de eliminar previamente la concepción de violencia de género. El uso de las mujeres como objeto de consumo ya se ha establecido, el abuso se ha puesto de moda y, finalmente, surgen las voces que pretenden acabar también con la concepción de violencia de género.

- Publicidad -

Comentarios

  1. “Una pedanía de Alicante ha celebrado una típica Cabalgata de Reyes Magos que cuenta entre sus patrocinadores con un club de alterne. Entre las asociaciones, comisiones de fiestas, restaurantes, cafeterías, cervecerías, tiendas, supermercados y otros negocios encontramos un burdel típico de la localidad. ¿Será que no entiendo el mundo en el que vivo? ¿Es normal que una actividad principalmente infantil sea patrocinada por un negocio de este tipo? ¿Y por qué no? Claro, es una empresa más, no debe sorprendernos”, y nos permite advertir la idea delirante del perverso transexual patriarcado al deformar confusamente en su evolución su convicción compulsiva inherente al delirio que, emana como su verdad.
    Con su imposición, con sus imprecaciones, con sus insinuaciones, con sus provocaciones y sus ardides, con las fluctuaciones de la intención que dirige el perverso transexual varón comunica al feminismo —la mujer—- el dibujo de su imagen; perverso irresoluble y ambiguo sexual. A medida que sus intenciones se hacen más expresas mezclando en ellas testimonios con los que apoya el sometimiento de la mujer, en la infantil “Cabalgata de Reyes Magos”, le da vigor haciéndole tomar aliento para la pedofilia, el abuso, la violación,
    Nuestra imaginación labora siempre con sujeción a algún modelo; el poder de lo femenino —-la mujer—- ese es el camino.
    El sentido y la verdad del feminismo (la mujer) es la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual
    “El feminismo es única y absolutamente la mujer”
    Un travesti no es una mujer
    El discurso de la acción femeninológica, de mi ciencia de lo femenino (Femeninologia), expone al varón frente a aquello que ha silenciado en el pasado; el fundamento agresivo que encubre con su hipócrita moral y ética patriarcal, que se demuestran insostenibles en el presente. El psicoanálisis ha sido en el principio una disciplina en que las mujeres se desarrollaron como investigadoras y teóricas de forma, y manera indiscutible Pero esta expansión al no estar Freud, se frenó por la imposición de un orden patriarcal con conceptos que reproducen ese perverso orden; Es decir, la relación desnaturalizada del psicoanálisis, que pretende el perverso patriarcado con sus normas sociales, aparece así de forma muy clara.
    Por Osvaldo Buscaya (Bya)
    (Psicoanalítico)
    Femeninologia (Ciencia de lo femenino)
    Lo femenino es el camino
    Buenos Aires
    Argentina

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Síguenos en redes

Últimos artículos

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad