Ediciones Casiopea rescata la memoria de seis grandes pioneras de los viajes
Louise A Boyd, la exploradora que salió en la búsqueda de Amundsen y fue la 1ª mujer en sobrevolar el Polo Norte, May Sheldom, protagonista de una expedición a África sin precedentes, en 1891, Fanny Workman, que pedaleó medio mundo en el siglo XIX y recorrió España en bicicleta, Lady Brassey, la gran navegante victoriana que circunvaló el planeta a bordo de su propio velero, Mary Hall, que hace más de un siglo se convirtió en la 1ª mujer en cruzar África (desde el Cabo de buena Esperanza al Cairo), y Ethel Tweedie, escritora de viajes, biógrafa, historiadora, editora, periodista, fotógrafa e ilustradora que exploró Islandia en 1888, son algunas de las figuras recuperadas por Casiopea, editorial especializada en literatura femenina.
La exploradora del Ártico
Pese a organizar, financiar y dirigir siete audaces expediciones árticas entre 1926 y 1955, y ser la primera mujer en sobrevolar el Polo Norte, la heredera norteamericana Louise Arner Boyd resulta desconocida. Tras su intento de dar con Amundsen en 1928, Louise A. Boyd lideró varias expediciones a las costas de Groenlandia. La American Geographical Society publicó sus hallazgos y en reconocimiento a su labor un área próxima al glaciar De Geer fue bautizada con el nombre de la aventurera. Tras el estallido de la II Guerra Mundial, trabajó como espía de los EE.UU por un dólar al año. Volvió a hacer historia en 1955 al convertirse en la primera mujer en el mundo en sobrevolar el Polo Norte. Su biografía, escrita por Joanna Kafarowski y traducida al español, desvela la vida de esta excéntrica aventurera a la que se le debe el conocimiento de una de las regiones más desconocidas del planeta.
Escalando el Kilimanjaro en 1891
Mitad turista, mitad exploradora, con sus dos pistolas al cinto, su arrogancia, su ingenuidad y temeridad, May Sheldom inmortalizó su papel de exploradora en el corazón de África. Veinte años antes de que Karen Blixen pisara las faldas del Kilimanjaro, ella trepó por sus cumbres y fue llevada en hombros por los masai. Dio muestras de ser una experta negociadora, planificó, organizó y llevó a cabo su objetivo y aunque fueron discutidos sus métodos para mantener a raya a los porteadores. El libro “De Sultán a Sultán”, traducido al español, narra aquella aventura.
España en bicicleta
Fanny Workman fue la primera estadounidense invitada a dar una conferencia en la Sorbona de París y la segunda en hacerlo en la Royal Geographical Society. Este último dato lo dice todo pues pasar el riguroso filtro de la Institución que encarnó el “Gran Inquisidor” de las viajeras en el siglo XIX, da cuenta de los logros de esta aventurera y deportista. Siempre al límite de su resistencia, jamás incluyó la palabra mediocridad en el diccionario de su vida. Asombró al mundo pedaleando por los desiertos de Argelia y proclamó su apoyo al sufragio universal a más de 6.000 m. de altura, con una pancarta en la que se leía: “voto a la mujer”. En 1897 recorrió España en bicicleta (5000 km.) causando revuelo entre los periodistas que salían a su encuentro para entrevistar a esta dama de aspecto sufragista que con cada pedaleo hacía tintinear su hervidor de té colgado del manillar. “España en bicicleta” será publicado este año por Casiopea.
Capitana intrépida
Si para Fanny Workman, la bicicleta fue el medio de transporte ideal para viajar, Lady Brassey se pasó la mayor parte de sus últimos 10 años de vida en el mar, arrastrando a su familia (esposo y 4 hijos) en sus aventuras viajeras. En 1874 surcó el Mediterráneo y dos años después, ya a bordo de su propio barco, el Sunbeam, inició una travesía de un año alrededor del mundo que le llevó a recorrer entre otros destinos Sudamérica, Japón, China, Singapur y Ceilán. Fruto de este viaje, publicó: The Voyage in the Sunbeam, que obtuvo varias ediciones y fue traducido a 5 idiomas. Este año, por fin será accesible en español bajo el título “Viaje en el “Sunbean”.
África de cabo a rabo
Mary Hall fue la primera mujer que recorrió el continente africano, partiendo de la Ciudad del Cabo y concluyendo el viaje en el Cairo. Utilizó el ferrocarril, los barcos de vapor, los ricshaw, recorrió grandes distancias a pie y también fue llevada por porteadores. Aunque empleó guías locales, su viaje se considera una aventura en solitario al no ir acompañada por ningún europeo. Mary Hall opinaba que África del Norte, era el destino de los que buscaban mejorar su salud, Sudáfrica el mejor lugar para encontrar dinero, y África Central, el territorio ideal para los que buscaban aventuras. Visitó las tres, y halló la aventura naturalmente en África Central. Fruto de este viaje, que inició en 1905, y que le llevó a recorrer 12000 km. escribió la obra: A Woman’s Trek from the Cape to Cairo (1907), que este año publica Casiopea en español con el título “Del Cabo al Cairo (1907)”.
Descubriendo Islandia en 1888
Ethel Tweedie viajó para explorar Islandia en 1888 y publicó en un libro sus experiencias en el que cuestionó las barreras sociales impuestas a las mujeres y reflexionó sobre la emancipación femenina. Además, esta intelectual inglesa escribió sobre los trajes de baño y los baños mixtos en las saunas islandesas, algo que violaba todo un conjunto de normas victorianas. No podía imaginar el éxito que cosecharía su libro. Su valentía y su fuerza la preceden. Sobrevivió a la pérdida de su esposo a la de un hijo durante la I Guerra Mundial y a la de otro en un accidente aéreo. A pesar de las penurias económicas que tuvo que afrontar, supo salir adelante con trabajos esporádicos y escribiendo sobre sus viajes. Bellísima, culta y con una voluntad de hierro, viajó extensamente por destinos inusuales para los británicos de la época. Casiopea publica traducido el libro con sus memorias: Me and Mine, A Medley Of Thoughts And Memories bajo el título “Mi vida y yo”.