Me creé mi cuenta de Twitter en el año 2010. En 9 años de actividad, solo me han bloqueado la cuenta por reportes en el último año y medio, que es el tiempo que llevo haciendo activismo y difundiendo teoría feminista activamente.
Esta última vez ha sido por decir algo tan evidente como que ningún lugar es seguro para las mujeres, y que los hombres violan a las mujeres cada 6h en España (y esas solo son las que se denuncian). Básicamente, por poner sujeto al Patriarcado.
Quien reivindica la valerosa acción de haber suspendido mi cuenta es el grupo de misóginos y racistas de Forocoches. También se adjudican la suspensión los autodenominados «Unga Unga Army», que se organizan en grupos de Telegram.
Después de tumbarme la cuenta de Twitter, también lo intentaron con la de Instagram y con la de Facebook, consiguiendo tumbarme publicaciones que no infringían la normativa, ya que, entre otras muchas variables, el algoritmo de Instagram y de Facebook funciona por número de reportes, pero Instagram ni siquiera tiene mecanismo para apelar en caso de reportes masivos fraudulentos, como es mi caso y el de muchas compañeras feministas.
Los reportes, en el caso de Twitter, se amparan en la nueva normativa, que supuestamente debería proteger a colectivos discriminados y/o oprimidos, pero que no lo hace porque considera el «discurso de odio» como algo bidireccional y en base al «género», y no en base al «sexo» o en base a misoginia manifiesta, y es ahí donde reside la trampa.
Así, Twitter está protegiendo a hombres porque considera que «hombre» es género o identidad de género. Y esto imposibilita cualquier tuit sobre el análisis estructural del patriarcado, porque Twitter lo considerará discriminatorio hacia los hombres.
Ya les pasó hace unos meses a las Towanda Rebels, a Kalinda Marín y a muchas feministas anglosajonas como Meghan Murphy o el crítico de género y transexual, Miranda Yardley. Todas ellas están expulsadas de Twitter y no se les permite tener más cuentas.
Debido a que las feministas radicales, abolicionistas y críticas del género están siendo baneadas y expulsadas de las redes sociales convencionales, se unieron para crear una red social que basa su normativa en el sexismo y la misoginia, y no en base a un supuesto género mediante el cual se acaba protegiendo a los hombres de una supuesta discriminación o discurso de odio, por hablar en términos de casta sexual, y cómo nos oprimen a la casta oprimida, a las mujeres.
Efectivamente, no existe ningún lugar seguro para las mujeres, y mucho menos pretendo que lo sean redes sociales cuyo creador las ideó como base de datos para que él y sus amigos puntuaran del 1 al 10 el físico de las chicas de su Universidad.