El pasado 25 de noviembre en la Ciudad de México y en todas las ciudades de Iberoamérica, masivamente las mujeres y jóvenes salimos a las calles a demostrar nuestro hartazgo y exigir poner fin a todas las formas y modalidades de las violencias machistas.
Durante esa marcha, en la Ciudad de México, un grupo de jóvenes vestidas de negro con los rostros cubiertos, quemaron y grafitearon monumentos históricos lo que indignó a muchas y muchos, cuando no se indignan igual cuando asesinan en México a un promedio de 10 mujeres al día, aunque ese día, precisamente el día de lucha contra la violencia hacia las mujeres 15 mujeres fueron víctimas de feminicidio en nuestro país. Y yo me pregunto si no se trata de una insurrección feminista…
No se entiende el hartazgo de tener que vivir con miedo, de lo que impacta en las vidas y muertes de las mujeres la impunidad y la insensibilidad de los jueces y juezas. El caso de Abril es una clara muestra de ello. Su marido la golpeó con un bate en la cabeza cuando estaba dormida y le hizo innumerables cortes en su cara y cuerpo con un bisturí y, sin embargo, los jueces que conocieron del caso liberaron al agresor, alegando que no se trataba de tentativa de feminicidio, sino de violencia familiar. Una semana más tarde, justo el 25 de noviembre, abril fue balaceada en la calle y se presume que el autor intelectual fue su marido, recién liberado. Fue hasta el feminicidio de Abril que la Procuraduría de Justicia de la Capital del país solicitó se reclasificara el delito y el Tribunal de Justicia suspendió a los jueces, que hoy dicen van a acusar de homicidio.
Y entre todas estas manifestaciones y movilizaciones la Colectiva LasTesis, de Valparaíso y Santiago de Chile, irrumpió con un performance titulado “un violador en tu camino”, que mucho tiene que ver con lo que han venido sufriendo las estudiantes y mujeres jóvenes en las movilizaciones y la represión que se ha vivido en Chile en las últimas semanas. Y se habla de feminicidio, de impunidad para mis asesinos, de desaparición y de violación y además se incluye una parte que retomaron del himno de los Carabineros Chilenos que parece un sarcasmo, cuando dice ..”duerme tranquila, niñas inocente, sin preocuparte del bandolero, que por tu sueño dulce y sonriente vela tu amante carabinero”… ya que han sido detenidas, desnudadas, obligadas a ponerse en cuclillas, han sido abusadas sexualmente y durante las represiones, han caído mujeres y jóvenes víctimas de feminicidio a manos de quien debería de cuidarlas. La venda negra significa que el sistema de justicia no las ve.
Tuvo tal impacto el performance de la Colectiva LasTesis que llamó a replicarlo en todas las plazas públicas, haciendo las adaptaciones que se consideraran pertinentes, el 29 de noviembre a las 5:00 de la tarde, fecha en que se llevó a cabo un masivo performance feminista en la Plaza Sotomayor de Valparaíso y que fue replicado en Santiago de Chile, Paris, Madrid, Barcelona, Berlín, Londres, varias ciudades de Colombia, Asunción, Santo Domingo de Dominicana y varias ciudades de México y de los Estados Unidos, logrando reunir en el Zócalo de la Ciudad de México a miles de mujeres, quienes al grito de “si tocan a una, nos tocan a todas”, se agolparon en el Centro de la Ciudad de México, y en cientos de ciudades más, con la característica de que todas eran jóvenes o la gran mayoría.
La respuesta fue impresionante, y se dio a sólo 4 días de que La Colectiva LaTesis presentará su performance por primera vez. Y esto puede tener dos explicaciones. La primera que las jóvenes estaban ávidas de una expresión artística que contuviera todos sus reclamos por la violencia sexual, el hostigamiento callejero y en el transporte público, la desaparición de mujeres y niñas, muchas de ellas a manos de tratantes y proxenetas, la violación pagada y no pagada y el feminicidio.
El segundo es que el performance es muy fuerte en su contenido y en los pasos y ademanes que se usan y que expresa en buena medida todos los sentimientos acumulados contra la impunidad y la falta de políticas públicas que garanticen la vida y la seguridad de las mujeres.
ero lo más significativo es que es un mismo sentimiento compartido en México, España, Francia, Reino Unido, Alemania, Colombia, Dominicana, Paraguay y muchos otros países con Chile.
Y uno se pregunta qué hubiera pasado si hubiéramos reaccionado así hace 10 o 20 años, si hubiéramos podido heredar a las que vienen detrás un mundo sin violencia contra las mujeres, lo que no hemos podido hacer, hasta el día de hoy.
Y yo pienso que la rabia y el enojo de las feministas mexicanas que no somos institucionales se debe a que estamos frente a la insensibilidad e indiferencia de jueces y juezas, de diputadas y diputados, de senadores y senadoras y los ejecutivos federal y estatales, quienes disparan una tras otra leyes y políticas públicas que en poco abonan para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, como querer reglamentar la prostitución y legalizar los vientres de alquiler, o asociar el delito de violencia digital al consentimiento en un sistema patriarcal que siempre encuentra la forma de presionar a las mujeres de manera obvia y notoria o sutil para que hagan lo que el macho les exige.
Pero, además, cuando no se toma una postura clara a favor de los derechos de las mujeres y se piensa que con senderos seguros e iluminados, con cámaras en las calles y en el transporte público, con un registro de violadores y un banco genético de agresores sexuales, una campaña, una aplicación que funciona como botón de pánico y unas cuantas patrullas rosas se puede garantizar la vida y la seguridad de las mujeres tanto en el ámbito público como privado, pues no, no es así. Esto tiene que ver con erradicar el neoliberalismo, modelo económico agotado, que tiene a las mujeres sin oportunidades y en situación de alta precarización y no se diga a las niñas y a las adultas mayores.
Que tiene que ver con lograr cambios estructurales, garantizar la igualdad sustantiva: igualdad de oportunidades, igualdad de trato e igualdad de resultados, tiene que ver con erradicar patrones estereotipados de conducta o estereotipos que colocan a las mujeres en situación de inferioridad y a los hombres como superiores. Educar en igualdad, hacer patente la responsabilidad de los medios de comunicación, tanto en cómo abordan las noticias de violencias contra las mujeres y sus contenidos que la naturalizan y la normalizan, culpando a las mujeres de lo que les pasó y por la forma de protestar por lo que viven.
Las entiendo muy bien, porque ha habido veces que siento que en ciertos casos se me viene el mundo encima, la indiferencia, la ineficacia, la ineptitud y los estereotipos que tenemos que enfrentar hasta frente a las mujeres funcionarias públicas, no se diga frente a los machos con poder público y social.
Cómo quisiera tener la receta y erradicar todas las formas de violencias contra las mujeres y las niñas.
¡Ni una más víctima de las redes de trata y prostitución! Y
¡Ni una menos desaparecida o víctima de feminicidio!
[*] Directora de la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC por sus siglas en inglés)
Si, pero quien le quito la verguenza al macho? La prostituta. El problema lo tienen entre ustedes, y solo entre ustedes lo pueden resolver.
Y a quien sabe el macho que siempre puede volver si lleva dinero? A la prostituta.
Es Delito de Lesa Humanidad el abuso sobre la niñez, la trata, el proxenetismo y sus consecuencias, como toda violencia de género.
“Las fuertes resistencias contra lo femenino no serían de índole intelectual, sino que proceden de fuentes afectivas; la irresoluble perversión no sublimada y ambigüedad sexual del varón que posee la decisión final en éste esquema, donde lo masculino sigue siendo la ley”. Osvaldo Buscaya
“El pasado 25 de noviembre en la Ciudad de México y en todas las ciudades de Iberoamérica, masivamente las mujeres y jóvenes salimos a las calles a demostrar nuestro hartazgo y exigir poner fin a todas las formas y modalidades de las violencias machistas”, pues el peligroso transexual ecuménico perverso patriarcado “igualitario” con su estructura gubernamental ejecutiva, legislativa, judicial pretende que, ya no existe la vanguardia feminista que, pueda responder a una capacidad de anticipación y a la posibilidad de critica radical en nombre de la revolución feminista; como movimiento feminista que, ha pasado con el “glorioso” movimiento de la modernidad globalizada del peligroso transexual ecuménico perverso patriarcado hipócritamente “igualitario”, no llevando a una transformación de todos los valores, como se sueña en el feminismo, sino a una dispersión e involución de los valores de la mujer con el resultado de una confusión total y la absoluta imposibilidad de reconquistar el principio de una determinación del poder femenino.
“Y yo pienso que la rabia y el enojo de las feministas mexicanas que no somos institucionales se debe a que estamos frente a la insensibilidad e indiferencia de jueces y juezas, de diputadas y diputados, de senadores y senadoras y los ejecutivos federal y estatales, quienes disparan una tras otra leyes y políticas públicas que en poco abonan para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, como querer reglamentar la prostitución y legalizar los vientres de alquiler, o asociar el delito de violencia digital al consentimiento en un sistema patriarcal que siempre encuentra la forma de presionar a las mujeres de manera obvia y notoria o sutil para que hagan lo que el macho les exige”, pues en estos días en que la transexual ecuménica perversa civilización patriarcal, por hacerse escuchar de nuevo por la voz de la globalización, reanuda en una variante patética lo que fue su misión de siempre en un punto de convergencia “cultural” de su ecuménica perversión, del que ella supo imponer su poder, no parece que está desplazado evocar la elección por la cual permanecerá ligada, esta vez para siempre, a una revolución del conocimiento a la medida de Copérnico, Darwin: entiéndase bien el lugar eterno del descubrimiento de Freud, si se puede decir que gracias a él el centro verdadero de lo humano no está ya, en el mismo lugar que le asignaba toda una tradición del varón ecuménico irreversible ambiguo sexual, en su sometimiento de lo femenino.
“Las entiendo muy bien, porque ha habido veces que siento que en ciertos casos se me viene el mundo encima, la indiferencia, la ineficacia, la ineptitud y los estereotipos que tenemos que enfrentar hasta frente a las mujeres funcionarias públicas, no se diga frente a los machos con poder público y social”, pues sigue vigente en su adaptación lo que la biblia decreta que: “si un hombre encuentra a una joven virgen no desposada, la agarre y yace con ella y fueran sorprendidos, el hombre que yació con ella dará al padre de la joven cincuenta siclos de plata y ella será su mujer”. Es decir, violar a una mujer que no pertenece a ningún varón no era considerado un delito en absoluto. Igual que tomar una moneda perdida en una calle frecuentada, no se considera un robo. Si un varón violaba a su mujer, no cometía ningún delito, pues ser marido significaba tener el control absoluto de la sexualidad de la esposa. Esa manera de pensar permite, aun en varios países, que un marido no puede ser juzgado por la violación de su esposa. En Alemania, las leyes sobre el estupro no se consiguieron hasta 1997 para crear una categoría legal de violación marital.
“Cómo quisiera tener la receta y erradicar todas las formas de violencias contra las mujeres y las niñas”, pero el más corruptor de los conforts, es el confort intelectual, del mismo modo que la peor corrupción es la del mejor. El sentido de un sistema corrupto es un sistema corrupto con sentido. Esta verdad, hay que decirlo, no es fácil de reconocer después de haberla recibido una vez. No es que no haya verdades establecidas por el transexual ecuménico perverso patriarcado, pero se confunden tan fácilmente con la realidad del sometimiento de la mujer, que para distinguirlas de ella durante siglos no se encontró otro artificio, sino el de “marcarles” con el signo del espíritu, y para rendirles homenaje, el transexual ecuménico perverso las considera llegadas de otro mundo celestial.
Mi Femeninologia Ciencia de lo femenino es la serie de configuraciones que con mi conciencia voy recorriendo constituyendo, más bien, la historia que desarrollo en la formación de mi conceptualización. Es decir, una suerte de escepticismo consumado, que en realidad sería, el propósito de no rendirme, a la autoridad de los pensamientos de otro, sino de examinarlo todo por mí mismo ajustándome a mi propia convicción; o mejor aún, producirlo todo por mí mismo y considerar como verdadero tan solo lo que yo hago.
Hoy, como ese infante entre los 4 a 5 años adaptando mi pensar en la realidad, interpretando mi actividad onírica.
El sentido y la verdad del feminismo (la mujer) es absolutamente la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual.
Buenos Aires
Argentina
4 de diciembre de 2019
Osvaldo V. Buscaya (Bya)
(Psicoanalítico)