El Partido Feminista de España fue fundado en el año 1979, convirtiéndose en entidad legal el 8 de marzo del 1981. Creció de las cenizas de la Organización Feminista Revolucionaria, fundada en el 1977 por la doctora Falcón O’Neill, militante marxista y feminista. Sobreviviente de intimidación, persecución y tortura durante la dictadura de Francisco Franco, Falcón es considerada una eminencia intelectual sobre las luchas de clase y del movimiento de las mujeres.
Al explicar por que decidieron convertirse en una entidad política, expresan:
“Considerar el feminismo como la opción política para la mujer implica dar una alternativa global a la sociedad, desde todos los aspectos en que se decide el destino político, económico, social y cultural de nuestro país, sin olvidar, como hacen el resto de formaciones políticas, los intereses de la mujer.
El feminismo al presentarse como opción política, convierte la lucha de la mujer en una lucha política, pasando a formar parte de la historia de la lucha de clases y de la historia de las revoluciones. Es, además, un ideario filosófico que plantea una transformación de los seres humanos para construir un mundo basado en la libertad, la igualdad, la solidaridad entre todas las clases sociales, los sexos, las razas, los pueblos”.
Como partido político, se unieron a Izquierda Unida en el año 2015. El 22 de febrero del 2020, la Asamblea Político y Social de dicha coalición progresista votó mayoritariamente por revocar la membresía del Partido Feminista de España, declarando: “Con el 85% de votos a favor, la Asamblea Político y Social aprueba revocar la pertenencia del Partido Feminista de España a Izquierda Unida por reiterados incumplimientos estatutarios y mantener posiciones contrarias a las aprobadas en los órganos de IU”.
Las tensiones entre el Partido Feminista de España y la coalición progresista se vienen cociendo durante años. Las mujeres denunciaban que la izquierda española ignoraba conflictos feministas cruciales, como la prostitución y el alquiler de mujeres con fines gestacionales, favoreciendo iniciativas más de moda, pero menos representativas. En el año 2018, Izquierda Unida eliminó su Área de la Mujer y la remplazó por un Área de Libertad de Expresión Afectivo- Sexual.
En diciembre 2019, el Partido Feminista de España emitió un comunicado en el que expreso preocupaciones respecto a los efectos de una potencial reforma a la ‘Ley de Identidad de Género’ podría acarrear para los derechos de la mujer y de la niñez.
El nuevo gobierno de coalición socialista dice que pretende introducir a su congreso la propuesta de una ley federal que permita la autodeterminación del sexo, antes de verano. En la práctica, este proyecto de ley representa una reforma a la Ley de Identidad de Género del 2007, la cual establece requisitos como un diagnostico medico de disforia de género y un proceso de dos años antes de proceder a cambiar documentos oficiales. El Partido Feminista de España alega que, dentro de Izquierda Unida, comisiones de trabajo habían sido establecidas para acelerar el trayecto del proyecto de ley sin tomar en consideración sus objeciones ni consulta democrática.
La coalición Izquierda Unida demandó que ellas se desdijeran de su comunicado expresando:
“Los discursos de odio, del enfrentamiento contra ‘el otro’ no son propios ni de la izquierda ni del compromiso feminista. Invitamos a la militancia y dirigentes del PFE a resolver cuantas dudas tengan en los espacios habilitados para ello en la organización y manifestar de forma pública e inmediata una rectificación que ponga fin a la persecución a la que someten con su odio a personas de identidades trans y el conjunto de la comunidad LGTBI o nos veremos en el deber de solicitar las acciones internas pertinentes”.
Naturalmente, el Partido Feminista de España se rehusó a retractar su herejía y ahora han sido expulsadas.
Afirman que apelaran la decisión internamente, dado que los procesos formales dentro de la coalición no fueron ejecutados y que la reforma al proyecto de ley nunca fue consensuada con la membresía de la coalición progresista. También han expresado su intención de elevar el tema a los Tribunales, expresando: “No cejaremos en nuestro empeño de que se reconozcan nuestros derechos y nuestra esforzada lucha por el feminismo, la igualdad y la República. Y como siempre hemos dicho, ¡el futuro será feminista o no será!”
A pesar de que reconocemos que este representa un momento difícil para nuestras compañeras españolas, recibimos con agrado el hecho de que esta coyuntura incremente el debate público sobre esta política publica, la cual implica cambios sociales significativos. Nosotras nos simpatizamos con su determinación de incentivar el debate respetuoso, basado en la evidencia, sobre políticas públicas que afectan a toda la población.
También este mes de febrero, la mayoría de quienes aspiran al liderazgo del Partido Socialista en Inglaterra han jurado que van a expulsar a todas las mujeres que se nieguen a aceptar lineamientos establecidos en el debate sobre sexo e identidad de género. Un evento publico en apoyo a las campañas socialistas feministas Woman’s Place UK y LGB Alliance esta pautado para el 9 de marzo en Londres, como recordatorio a la izquierda de que la lucha de las mujeres es inexorable de la lucha de clases.
Ante la embestida furiosa de nuestros mal llamados camaradas, y previo a su expulsión, el Partido Feminista de España emitió un comunicado público que rezaba: “Hacemos un llamamiento al movimiento feminista para que repruebe la campaña de insultos, descalificaciones, calumnias y amenazas que se esta difundiendo contra nosotras y apoye nuestras acciones en defensa de las mujeres y de la niñez”.
La campaña política feminista Woman’s Place UK se hace hecho eco de este llamado, declarando que afirmamos nuestra solidaridad con nuestras hermanas en el Partido Feminista de España durante un momento crucial en el que se exacerba la presión para que retracten su compromiso con los intereses de las mujeres y niñas en el ámbito político. También expresamos que nos sentimos esperanzadas de afianzar nuestros lazos de cariño, apoyo y solidaridad entre las feministas alrededor del mundo.
En estos momentos, a los camaradas de demasiados partidos políticos parece que se les ha olvidado que, aparte de incrementar el rechazo del electorado y, por ende, sangrar votos, las divisivas políticas de la intimidación y el autoritarismo que se fomentan innecesariamente en el debate sobre sexo e identidad de género no pertenecen a la izquierda: nosotras sí.
Este es nuestro movimiento y tenemos toda la intención del mundo de continuar luchando por la liberación de las mujeres y niñas de toda opresión en base al sexo, a la raza y a la clase. Esperamos con ansias el momento en que la izquierda machista decida envalentonarse y unirse a nosotras.