Ha finalizado el juicio penal a la Diputación Foral de Bizkaia, en concreto a quienes desde el Servicio de Infancia firmaron el arrancamiento de la hija de Irune Costumero[1]. Un juicio que ha sido tan esperado como polémico.
Por primera vez en España una madre, Irune Costumero, ha sentado al inexistente SAP en el banquillo de los acusados. Al inexistente sap[2] porque fue el único motivo por el que le arrancaron a su hija en Agosto de 2017, van a hacer cuatro años, casi 1500 días con sus 1500 noches[3].
En el artículo “Miente, miente que algo queda”[4] exponía cómo se ha vinculado este inexistente y prohibido síndrome a una carencia emocional dentro del instrumento BALORA, utilizado no sólo en el País Vasco, sino en muchas Comunidades Autonómas españolas, dotándolo de valor absoluto en lo que refiere a necesidades emocionales y que viene recogido como instrumentalización. Son diversos los apelativos que se le da al inexistente sap, últimamente he podido encontrarlo como polarización o parentificación, aunque son más nombrados obstaculización, conflicto de lealtades, madre maliciosa, madre no colaboradora y tantos y tantos otros. Todos estos apelativos lo que realmente están intentando ocultar es la negativa o rechazo de los hijos e hijas a estar con el progenitor al que temen y con quien no quieren estar. Aunque puede haber algún caso en el que sea la madre rechazada, siendo los mínimos, este invento, este artefacto de matar infancias[5] lo creó Richard Gardner para utilizarlo contra las madres, cuando éstas denuncian violencia hacia ellas, abusos y negligencias en los cuidados y necesidades de sus hijos e hijas por parte del padre. En los últimos tiempos ha ido tomando diferentes formas en los fallos judiciales, informes psicosociales, evaluaciones de los Servicios sociales e incluso a través de los propios letrados y letradas que lo mencionan con el fin de desacreditar las denuncias que realizan las mujeres madres. Como quiera que se “infecta” el asunto, una vez aparece es cuestión de tiempo que se ponga en marcha la terapia de la amenaza que lleva aparejada este inexistente sap y con más asiduidad que antes se produzcan los arrancamientos de hijos e hijas con violencia para ser entregados a un padre al que temen y con quien no quieren estar, llegando en algunas ocasiones a encontrarse condenados éstos por violencia.
están intentando ocultar la negativa o rechazo de los hijos e hijas a estar con el progenitor al que temen y con quien no quieren estar.
La externalización de muchos de los servicios sociales ha traído el consiguiente desastre en ellos, siendo empresas privadas las que licitan cada año a través de la plataforma de transparencia de cada comunidad autónoma para hacerse con el botín. Cantidades nada despreciables que se abonan por el Estado a estas empresas también llamadas asociaciones sin ánimo de lucro que se encargan de gestionar puntos de encuentro familiar, programas educativos familiares y centros de menores entre otros. Evidentemente, si un servicio social no es necesario acaba desapareciendo y éste es uno de los pilares de la situación en la que se encuentran mujeres, niños y niñas que son maltratadas. A más clientes, más subvención o licitación más alta, por lo tanto tienen que funcionar como sea y al precio que sea todos esos recursos a los que se deriva vía judicial o vía administrativa la mayoría de los casos.
En todos estos servicios donde son derivadas las mujeres madres con sus hijos e hijas se van realizando informes que se trasladan a los expedientes, ya sea judicial o administrativo. Con una visión parcial y sesgada de situaciones muy violentas y donde se vive constantemente el terror, se obvia todo tipo de negligencia, abandono, maltrato o abuso que sufren los niños y niñas a manos de sus padres. Incluso condenados por violencia machista que no ven suspendidos los periodos de contacto con sus hijos e hijas se convierten a través de estos recursos en padres amantísimos y adorables, a la par que curiosamente a la madre se le juzga y señala como poco colaboradora o manipuladora de los niños llegando, según rezan esos informes, a implantar falsos recuerdos en ellos. Es la otra cara de la moneda, la cara que pretende seguir culpabilizando y señalando a las mujeres como pecadoras, mentirosas y causantes de todo mal. Nada nuevo bajo el sol, ya se señaló a Eva, a María Magdalena, a María y así hasta nuestros días.
En todos estos servicios donde son derivadas las mujeres madres con sus hijos e hijas se van realizando informes que se trasladan a los expedientes, ya sea judicial o administrativo.
A las que creían brujas se las quemaba, a las madres solteras en época franquista se les arrancaban los hijos e hijas para ser entregados a familias “de bien” y en estos tiempos a las mujeres que se ponen en pie, que dicen basta de maltrato y basta de mortificar a los hijos e hijas se les silencia arrancándoles o amenazando con arrancarles a sus hijos e hijas a quienes no volverán a ver si no “se portan bien”[6].
Los derechos de las mujeres y de la infancia siempre cuelgan de un fino hilo que se rompe cuando vienen tiempos de crisis o avances significativos que el machismo, el rancio y arcaico patriarcado toma como amenaza o pérdida de su superioridad. Las redes sociales han abierto un gran mundo donde no es fácil ocultar las barbaridades que se llevan a cabo desde hace muchos años. Los puntos de encuentro familiar[7] no son de ahora, la terapia de la amenaza y el inexistente sap tampoco, los arrancamientos de hijos e hijas se llevan produciendo más de una década y ya se alzan voces de esos niños y niñas que hoy ya son hombres y mujeres y cuentan su horror, el trato al que les sometieron, la revictimización que sufrieron y la violencia institucional que padecieron. Estos casos se cuentan a miles, silenciados sí, silenciados por temor, por miedo, por vergüenza. Muchas mujeres madres se quedaron en el camino, esperando recuperar en algún momento su maternidad, fallecieron por tumores que avanzaron en ellas tras la violencia institucional, otras se suicidaron porque no soportaban ver sufrir a sus hijos y no poder protegerles y algunas otras han levantado la voz a un alto precio que a día de hoy siguen pagando. Porque de un parto una mujer tarda más de un año en recuperarse pero de un arrancamiento, una mujer madre no se recupera nunca. Le rompen lo más interno de su alma, matan sin piedad las pocas fuerzas que les quedan y agonizan día y noche suplicando que todo le pase a ella pero no a sus hijos.
En 2004 se promulgó la Ley Orgánica de protección integral contra la violencia de género en España, más tarde, en 2017 el Pacto de Estado contra la violencia de género, hace escasas semanas se aprobó la Ley de Infancia y hace escasas horas se ha modificado el artículo 94 del Código Civil. Todo ello con un fin claro, separar a los niños y niñas de los violentos, de padres que no son buenos si maltratan y buscando que la infancia adquiera una buena base para defenderse de los malos tratos y sepa distinguirlos, porque quien maltrata no quiere y un padre por muy padre que sea si maltrata, humilla, abusa, abandona a sus hijos no es buen padre, se pongan como se pongan jueces, fiscales, magistrados, psicólogas y educadoras sociales. Y si el compromiso fuera firme por parte de toda la sociedad esos violentos serían repudiados y no se les daría ni un ápice de credibilidad.
un padre por muy padre que sea si maltrata, humilla, abusa, abandona a sus hijos no es buen padre, se pongan como se pongan jueces, fiscales, magistrados, psicólogas y educadoras sociales.
Hemos de revisar los protocolos que se aplican en este tema, hemos de revisar la carga curricular de las universidades, hemos de revisar las creencias o el sostenimiento ideológico de las empresas o asociaciones sin ánimo de lucro que licitan en estos recursos y sobre todo HAN DE ABANDONARSE LOS ESTEREOTIPOS CONTRA LAS MALAS MADRES DESDE LOS JUZGADOS. No se puede consentir que se sigan fallando sentencias sin una mínima perspectiva de los malos tratos que se ejercen hacia las mujeres madres, hacia los niños y niñas por parte de violentos que saben disimular sus verdaderas intenciones[8]. Hay que poner fin de una vez a seguir utilizando el inexistente sap y sus derivados de forma tajante, expedientando y cesando a quien se atreva a ningunear las leyes, sean quienes sean.
Hoy, el caso del arrancamiento de Irune Costumero ha quedado visto para sentencia, pero sea el fallo que sea el que se dicte, el inexistente sap y sus defensores son culpables de causar un daño irreparable en miles de niños y niñas y sus madres. Y desde luego hay un fallo que está por encima de todo, Irune y su hija son víctimas inocentes de una tortura inexplicable. Ellas junto con Evange, María, Bárbara, Paloma, Sara, Diana, Sol y tantas y tantas otras son las verdaderas heroínas de este terrible azote que se está llevando a cabo con las mujeres madres del siglo XXI.
Era impensable que las mujeres fueran sometidas a un maltrato institucional recurrente por proteger a sus hijos. Era impensable que no serían los violentos vigilados y se esté vigilando a las madres por denunciar malos tratos de todo tipo. Es impensable que se sigan defendiendo argumentos pueriles, inexi]stentes [9 para matar infancias y será impensable que se siga permitiendo la revictimización y el maltrato institucional sin que la sociedad al completo reaccione para parar estas atrocidades[10].
plataformaluna99@gmail.com
[7] Punto de encuentro familiar, lo que no se cuenta
[10] El inexistente sap , pronunciamiento contra el inexistente sap