Ayer 23 de mayo, la Alianza Contra el Borrado de las Mujeres atendió la invitación del Parlamento Vasco para comparecer en la Comisión de Derechos Humanos, Igualdad y Justicia, dentro de la ronda de aportaciones a la ley sobre autodeterminacion del sexo registral de las personas y que ha sido denominada como “Modificación de la Ley de no discriminación por motivos de identidad de género y de reconocimiento de los derechos de las personas transexuales”.
Por el equipo técnico y jurídico de la Alianza CBM, compareció en la comisión Laura Redondo, profesora universitaria y doctora en Psychology & Law, que, señaló los aspectos de la proposición que tendrán un impacto negativo no solo sobre los derechos de las mujeres y la infancia, sino también sobre las personas transexuales
Redondo alertó sobre como la proposición de ley convierte en sinónimos términos que no son ni equiparables ni intercambiables, ni descriptiva ni jurídicamente, y cómo esta circunstancia oculta la necesidad de que la transexualidad requiere de un abordaje de la disforia o incongruencia de género que necesita acompañamiento y una evaluación y apoyo médico y psicológico.
Destacó Laura Redondo que esa ayuda y acompañamiento que necesitan las personas con disforia no las patologiza, al contrario: es un derecho que se conculca si se niega a estas personas una intervención con garantías.
Despatologizar la condición de transexualidad no puede derivar en un abandono a las personas con disforia, transicionen o no. De hecho, lo que aquí subyace es una estigmatización o rechazo a la salud mental, que niega la existencia de problemáticas reales.
También remarcó el error de no diferenciar entre personas transgénero y transexuales. A diferencia de la transexualidad, y la disforia que subyace, reconocida por la Organización Mundial de la Salud o la APA, el transgenerismo es un concepto acientífico procedente de la ideología queer, que pretende convertir en identidades humanas los comportamientos y estereotipos sexistas asociados culturalmente a cada uno de los sexos.
Respecto a la infancia, la Alianza CBM reiteró el riesgo que para los menores representan las terapias afirmativas, terapias que ignorando la prevalencia de otras causas tanto médicas como psicosociales que concomitan y con las que se debe hacer un diagnóstico diferencial (trastorno adrenogenital congénito, trastornos del espectro autista, maltrato, abuso sexual infantil…) conducen a niñas y niños a la hormonación temprana y a la medicalización de por vida. La organización feminista ha recordado que el principio de mínima intervención y la salvaguarda del superior bienestar de los menores no se respetan si se permite que sean los menores quienes se autodiagnostiquen en base a la falsa creencia, alentada por los adultos, de que han nacido “en un cuerpo equivocado”.
También se alertó del crecimiento exponencial de las que, sin ningún rigor, se han llamado “infancias trans” y se pidió que no se ignore que, en el 85% de los casos de disforia o incongruencia de género, los menores desisten espontáneamente de su malestar de género, derivado de su rechazo a estereotipos sexistas, una vez superada la pubertad.
La Disforia de Género de Inicio Rápido que afecta a las niñas
La Alianza CBM y otras organizaciones ya han advertido de que el fenómeno de la Disforia de Género de Inicio Rápido, que afecta en particular a adolescentes niñas (82,4%), es producto del contagio social y resultado del rechazo de muchas chicas a los estereotipos sexuales impuestos culturalmente. Durante la comparecencia se llamó la atención sobre el hecho de que estas leyes asuman la transición médica como norma a pesar de un 85% de falsos positivos. Muchos derivarán en destransiciones y arrepentimientos que se producirán cuando ya se hayan tomado decisiones irreversibles resultado de una mala praxis.
La Alianza CBM alertó así mismo en el Parlamento Vasco sobre la colisión de los conceptos “identidad de género” y “autodeterminación del sexo” con los derechos de las mujeres. La libre elección del sexo legal al alcance de toda la población, sin requisitos, niega de facto la realidad material del sexo y por tanto oculta que la base de la opresión y la desigualdad que padecen las mujeres están basadas en el sexo. Se neutralizan y se desactivan así los avances en materia de igualdad entre mujeres y hombres de las últimas décadas.
La protección de los espacios segregados por sexos, las categorías deportivas femeninas, las estadísticas que permiten detectar y corregir las desigualdades entre mujeres y hombres… se sacrifican si se permite que cualquier varón se autoidentifque
como una mujer y se convierta, solo con la validez de su palabra, legalmente y a todos los efectos, en una mujer.
Desde la Alianza CBM se reclama al Parlamento Vasco que atienda estas cuestiones ya que tiene la obligación de legislar sin generar problemas sociales y que tenga en consideración las alertas que se vienen documentando desde las organizaciones de mujeres sobre esas leyes cuyo principal objetivo es la de permitir al conjunto de la población la autodeterminación del sexo registral.