
“Lo que conocemos es tan solo la punta del iceberg. Y es que la situación de dependencia económica, el miedo al estigma social o romper los lazos familiares llevan a las mujeres mayores a guardar silencio y soportar el maltrato”, explicó Teresa Blat, Presidenta de UNAF en una jornada formativa organizada por la Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid.
Más vulnerables
UNAF explica que en general, el prejuicio de la edad hace que las personas mayores sean vistas como frágiles y dependientes, lo que facilita el abuso y la violencia hacia ellas, “pero en el caso de las mujeres mayores la vulnerabilidad es mayor debido a la doble discriminación de edad y género”.
Invisibilidad social
“Las mujeres mayores sufren la invisibilidad social. Además, su rol de cuidadoras y su limitación al ámbito doméstico menoscaba sus relaciones sociales y les conduce a una mayor incomunicación”, añaden.
El fenómeno de la violencia contra las mujeres mayores ha motivado el desarrollo del proyecto europeo Daphne Stop VI.E.W. En este proyecto ha participado UNA según explican “con un estudio pionero en España y con acciones de sensibilización y formación para cerca de 50 instituciones a nivel nacional, local y regional así como organizaciones sociales, públicas y privadas”.