Hoy voy a hablar sobre algo tan personal e íntimo como es la paternidad, mi manera de alcanzarla y tras años de configurarme una opinión mis dudas sobre la gestación subrogada. El debate de la gestación subrogada es relativamente nuevo, y la mayoría de países no tiene legislación alguna sobre el tema, hace falta un intercambio de experiencias para poder articular una opinión sobre el mismo, hoy voy a dar mi pincelada.
Nosotros teníamos claro que queríamos ser padres, ser padre es un acto de generosidad, esa generosidad que cuando ven a mis dos hijos muchos me repiten “que generosos habéis sido, que hubiese sido de estos niños” pero esa no es solo la razón por la que uno quiere ser padre. Uno quiere ser padre por muchos motivos y algunos de ellos son egoístas, ser querido, enseñar tus valores a tu hijo, acompañarle y ser acompañado en tu vida etc.
Cuando se van cerrando los caminos de la paternidad o maternidad, uno va barajando diferentes opciones dentro de ese deseo que te acompaña día a día hasta que lo consigues. A veces cuando se cierran puertas caes en el peligro de cegarte en tu deseo de paternidad y no ver más allá.
Suelo decir que la travesía, no es recta sino llena de muchos altibajos emocionales.
Nuestra primera opción fue la adopción internacional, pero al menos desde nuestra experiencia, es casi imposible, como matrimonio gay, queda reducido a un par de países, y con muchas dificultades. Tras conseguir la idoneidad y hacer todos los papeles nuestro hijo/hija nunca llegó.
Lo pasamos mal y en ese momento, nos planteamos la subrogación, mi marido estaba en contra pero la sondeamos como opción. Cuando empezamos a investigar, un amigo nuestro nos invitó a su casa a conocer a una familia acogedora, justo el día antes de un encuentro de familias por subrogación informal que iba a haber en Madrid. Esos dos días cambiaron nuestras vidas, el amor y el sentimiento que conocimos en la familia acogedora y que al día siguiente comprobamos era idéntico al de las familias subrogadas, hizo que nos decantásemos por el acogimiento familiar.
Durante esta época amigos míos me convencieron que la técnica de subrogación era completamente legítima, si es de una manera altruista y con los medios legales para asegurar que sea justa. En parte por haberla tenido como opción y sumido en mi paternidad asentía sin problema.
Pero algo ha ido creciendo en mi durante este tiempo, lo primero, y de manera egoísta, (de nuevo la paternidad y el egoísmo) el referirse a la subrogación por parte de algunas personas como si fuese la única y exclusiva manera de tener hijos los hombres gais, con un tufillo a que un hijo biológico “es más hijo”, por otra parte la contradicción de tomarlo como un tema LGTB, cuando por otro lado quieren universalizarlo a todo tipo de familias, y por último porque veo desde algunos sectores la defensa de la situación de las familias formadas por subrogación y nadie me pregunta qué mejoras tienen las familias acogedoras, como es mi caso.
Eso en cuanto mi familia se refiere, pero he ido conformando esta idea, pensando, en la que es la parte principal de este método, las mujeres. Son ellas las que se tienen que pronunciar y son ellas las que tienen que debatir, sin embargo, veo que para defender la subrogación la mayor parte de las veces son hombres, y que cuando salen mujeres a defender su criterio una masa de gente se les echan encima.
Existen dos tipos de gestación subrogada, comercial y altruista.
En la altruista a diferencia de la comercial, se espera que las mujeres no pidan ninguna compensación, se basa en la buena voluntad y la disposición de su propio cuerpo hasta que llega a fin el embarazo, momento el cual entrega al recién nacido. Las experiencias en países donde está regulada la forma altruista reflejan pueden aparecer comercialización o relaciones de poder contra la mujer.
El tema que más me obsesiona, es esa supuesta libertad de la mujer, porque una vez que firmas un contrato que te penaliza si no cumples los puntos escritos en él, no creo que sea libertad. Hablando sobre un caso de Reino Unido estos días en los que la madre no quiso dar el niño al final, la respuesta de algún amigo mío, es que no funcionaron los sistemas de elección de la madre y que debería pensar que ese hijo no era suyo. Elección de la madre, lo siento pero me suena a entrevista de trabajo. Nuestro sistema no puede y no debe imponer la realización de contratos en los que una mujer renuncie a su capacidad de decisión, su propio cuerpo y posibilite una servidumbre temporal.
En la gestación por subrogación comercial, se da una clara desigualdad entre futuros padres del llamado primer mundo, hacia las madres gestantes situadas en países como la India, donde no se cumplen las mínimas condiciones para una elección en libertad por parte de la mujer, a la que se imponen formas de alimentación, ejercicio o de vivir su sexualidad durante la gestación. Por otro lado no todo puede ser vendido y comercializado bajo un contrato, ¿es esa la sociedad que realmente queremos?.
Otro tema son los sentimientos, la maternidad es algo que deja huella de por vida, existen los procedimientos para estar seguros de que es altruista y que no te vas a arrepentir? Yo he hecho muchas cosas altruistas que después me he arrepentido, y ninguna es comparable a la gestación de un niño o niña.
Veo que surgen empresas que dan estos servicios, por lo que imagino tendrán un carácter lucrativo, y en una de ellas en las que me metí ayer mismo para investigar, lo primero que ofrecen es un abogado, antes que cualquier otro servicio.
El altruismo, y cada vez más en esta sociedad, me parece una cosa muy minoritaria, estamos seguros que el altruismo de unas pocas no comercializa el cuerpo de la mayoría?.
Sé que esta aceptado como técnica de reproducción asistida pero no es cosificar el cuerpo de la mujer como si de una maquina reproductora se tratase?.
Amigos míos que defendéis vuestras familias por gestación subrogada, os quiero y a vuestros hijos e hijas también pero tengo derecho a tener opinión sobre este tema, sin que eso cambie mis sentimientos de cariño a vuestras familias. Para mi sois una familia tan válida como la mía, pero a día de hoy y para el futuro, estoy en contra de este método. Considero es un comercio con los cuerpos de las mujeres y los niños y niñas, así como una amenaza a la integridad básica de los derechos de las mujeres y su integridad corporal.