Desde mis 24 años (1976) sé que el delito mayor, por maldad o estupidez, de los varones como grupo contra las mujeres, es haber menospreciado, y rechazado aprovechar, la inteligencia de la otra mitad de la población.
Aunque yo no me sentí víctima de ello hasta que, a los 43 años y sin hijos, no encontré otro trabajo y me lo tuve que inventar aprovechando mi “cultura enciclopédica” como decía hace meses el Pais Babelia que era la de los editores, en mi caso de partes de la enciclopedia al menos.
Y cuando llega el 8 de marzo, desde el 80, además de las injurias y violencias infringidas sobre las mujeres en todo el mundo, (estos días nos sobrecogen los asesinatos de 3 mujeres argentinas viajeras en Ecuador) siempre recuerdo las ofensas a la inteligencia de todas las demás mujeres por parte de tantos hombres chisgarabís que hacen como que no va con ellos el tema del reconocimiento de la creatividad femenina y el regocijo por su disfrute por toda la población.
Solo voy a dar unos ejemplos de dos Academias españolas (pueden sacar ustedes ejemplos de cualquier ámbito de la vida):
La Academia de la Lengua tiene 46 sillones y hay 2 vacantes esperando elección. Y solo 7 están ocupados por mujeres. Suponen el 15,21 %. Están allí periodistas como Cebrián, L. M. Ansón, J.P. Reverte pero no están Almudena Grandes, Rosa Montero o Elvira Lindo, ni escritoras mayores como Maria Victoria Atencia, Dionisia García, Cristina Fernández Cubas y Olvido Valdés. Hasta hace poco había un almirante (el riquísimo diccionario de términos navales es grueso desde hace siglos) pero no hay una ingeniera aeronáutica o de telecomunicaciones que ayude a adaptar al español tanto término inglés.
Es peor en la Academia de Bellas Artes. Tiene 56 sillones y no sé muy bien qué hacen esos académicos sino recibir un honor de por vida, quizá por eso Antonio López no ha hecho el discurso de entrada todavía. Y solo hay 4 mujeres, un 7,14%. Hay 29 artistas plásticos incluyendo a la pintora sevillana, soltera, Carmen Laffón y recientemente a la fotógrafa Cristina García Rodero. Hay 11 músicos y musicólogos incluyendo a Teresa Berganza. Hay 10 profesores de Arte, entre ellos Estrella de Diego, discípula de los más mayores académicos Bonet Correa y Calvo Serraller. Hay 2 cineastas, 1 archivero, 2 abogados y J.L. Álvarez Álvarez que fue ministro del 80 al 82. Pero no estuvieron las pintoras fallecidas no hace mucho (a veces casadas con académicos) Amalia Avia, Ángeles Santos Torroella o Esperanza Parada. Ni están pintoras de más de 60 años como la esposa de Antonio López, María Moreno, o Isabel Quintanilla, o Marta Cárdenas, esposa de un músico académico, o Clara Gangutia, que fue discípula de Antonio López y pinta como dios.
Y ya no digamos la cantidad de museos de pintoras y exposiciones de pintoras antiguas que hay fuera de España y de las que aquí ni se enteran ni traen por tanto. Lo mismo ocurre con compositoras y creadoras en general. ¡Ah! y también recuerdo que la Academia de la Lengua debería tomar posesión del “Pazo” de Meirás y convertirlo en museo y centro de estudios de la dueña verdadera, la escritora Emilia Pardo Bazán. Pero ¿cambiará alguna vez la perspectiva machista de la creación en España?