ONU Mujeres inicia una campaña de talleres de capacitación en Ecuador para prevenir la violencia contra las mujeres tras el terremoto del pasado 16 de abril. “Las emergencias tienden a profundizar las vulnerabilidades y la violencia existente, sobre todo cuando los sistemas de protección social e institucional pueden estar seriamente afectados”, dice Moni Pizani, representante de ONU Mujeres en Ecuador. Es por eso que quiere hacer especial hincapié en la protección de las mujeres, víctimas por partida doble en cualquier catástrofe.
Los Ministerios de Defensa y de Interior de Ecuador, con el apoyo de las oficinas de ACNUR, UNFPA y ONU Mujeres han iniciado varios talleres de capacitación en prevención de violencia contra las mujeres y las niñas durante la emergencia y en situación de acogimiento. Estos talleres tienen la finalidad de establecer los principios y mecanismos para que las y los funcionarios del Estado puedan ayudar a prevenir y actuar en casos de violencia contra las mujeres y las niñas.
Hasta las zonas más afectadas por el terremoto viajó Pizani para asegurar la protección de las mujeres y niñas. «Se está poniendo atención a que ellas puedan tener acceso a un reasentamiento en la mayor brevedad posible, así como un proceso de recuperación seguro. De momento, muchas mujeres se encuentran realojadas en albergues tras haber perdido su casa».
“El rol de las mujeres en la recuperación después de una catástrofe es fundamental, pues construyen tejidos sociales fuertes y resilientes”, dijo Pizani al llegar a la ciudad costera de Pedernales, devastada por el seísmo. “Debemos garantizar su seguridad y bienestar de modo que puedan contribuir con todo su potencial”.
Distintas ONG están desplegando toda su capacidad de apoyo a las víctimas del seísmo, con especial atención a las mujeres, como contábamos en esta noticia sobre los “kits de la dignidad” que reparte Alianza por la Solidaridad.