- En el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, la ONG Alianza por la Solidaridad revela que casi el 20% de las gazatíes ha sufrido violencia sexual.
- Las agresiones han aumentado desde la Operación Margen Protector de Israel, en agosto de 2014, tras los desplazamientos que generaron los ataques.
- Alianza denuncia la enorme vulnerabilidad ante la violencia y los riesgos para la salud para las mujeres palestinas como consecuencia directa de la Ocupación israelí sobre la franja de Gaza cuando está a punto de cumplirse el décimo aniversario del bloqueo.
Casi un 40% por ciento de las mujeres de la Franja de Gaza ha sufrido violencia de género en el seno de su familia y una de cada cinco ha sido víctima de agresiones sexuales desde el verano de 2014, según una investigación realizada por las ONG Alianza por la Solidaridad y Action Aid.
El informe pone de manifiesto la relación entre las agresiones que sufren las palestinas y los ataques del ejército israelí, en concreto, la Operación Margen Protector, desarrollada en el verano del 2014, que causó 2.251 muertos civiles: a raíz de aquella guerra la violencia ha pasado de afectar al 33% a hacerlo al 39,6% de las gazatíes. Son datos que ponen de manifiesto la relación entre los conflictos y este tipo de violencia, que afecta tanto a la salud física como psicológica, como se recuerda con motivo del Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres.
Según los resultados del estudio, ese 39,6% de gazatíes ha sido víctima de algún tipo de agresión física, sexual, emocional u de otra forma, por parte de la pareja o familiares con quienes convive, tanto en el seno del hogar como en espacios públicos. De ellas, una de cada cinco (19%) ha experimentado abusos o intimaciones sexuales y un 63% hasta diferentes tipos de violencia.
Los desplazamientos provocados tras las hostilidades en 2014, han incrementado especialmente la violencia emocional o psicológica y física. La primera la sufren un 28,2% y se manifiesta con insultos y humillaciones, pero también con amenazas de arrebatarles los hijos o a través del confinamiento de las más jóvenes en las casas. Le siguen la violencia económica, las agresiones físicas, actitudes de control del comportamiento y violencia sexual. Además, un 4.4% de las gazatíes afirma que sus parejas se niegan a utilizar métodos anticonceptivos durante sus relaciones sexuales, pese a que así se lo piden.
Consecuencias del ataque en las mujeres
Hay que recordar que alrededor del 28% de la población de Gaza fue desplazada a refugios Y a viviendas de familiares, tras ser destruidos sus hogares en la Operación Margen Protector. Mujeres y niñas son más vulnerables a las agresiones en estos espacios debido hacinamiento y a la falta de mecanismos de seguridad y privacidad.
La guerra y la situación humanitaria consecuente ha cambiado también el rol tradicional de mujeres y hombres, sobre todo entre estos últimos, que ya no pueden proveer de sustento a su familia.
Entre el 44% y el 61,4% de las palestinas indican que sus maridos están deprimidos y estresados por falta de ingresos en el hogar.
Las mujeres vinculan el post ataque israelí y la violencia de género. Señalan que durante los dos meses de los bombardeos disminuyó (un 22,3% fue agredida en ese periodo), salvo para las que estaban en los refugios, donde tuvieron lugar violaciones. Sin embargo, posteriormente ha aumentado, apareciendo en la vida de un 7,6% de mujeres que antes no la sufrían. A las consecuencias de los ataques se suma el efecto de la ocupación israelí permanente, que genera agresiones físicas y verbales en los puestos de control, donde en ocasiones les obligan a entregar a los bebés y la imposibilidad de acceder a tratamiento médico especializado para ciertas dolencias que no se encuentra disponible dentro de la franja de Gaza debido a la denegación de permisos de salida o al bloqueo que restringe la libre circulación de personas y bienes dentro y fuera de Gaza, etc.
Silencio y desprotección
Las palestinas afrontan este problema tratando de resolverlo por sí mismas, limitándose a no hablar con el agresor unos días (50%); pidiéndole que cambie su comportamiento (38%) o reclamando ayuda a familiares (38%). Un 28% guarda silencio. De hecho, hasta un 79% considera que son problemas que “no deben salir del hogar” y que “las mujeres deben tolerar la violencia de sus maridos para mantener la familia junta”.
Cuando buscan ayuda externa, los centros de salud y las clínicas son el primer recurso al que acuden (un 17,1%). Sólo el 2% pone una denuncia ante la policía. De hecho, en los grupos de discusión se puso de manifiesto que tanto la policía como los comités sociales, los mukhtars (líderes religiosos) o las familias, salvo excepciones, sólo les ofrecen una solución: volver a casa con el agresor.
Alianza por la Solidaridad proporciona apoyo a cuatro clínicas de salud en Gaza y otras cuatro en Cisjordania (dos de ellas móviles) gracias al cual se ofrece un servicio de atención especializado para casos de violencia de género por el que han pasado ya más de 7.500 mujeres. Allí se detecta a las víctimas, se les atiende en su salud física y psicológica, se les asesora legalmente y se hace un seguimiento de su situación. La organización también realiza campañas de sensibilización social.
Para esta investigación, coordinada y dirigida por Alianza por la Solidaridad y Action Aid, se encuestó a 440 mujeres; además, 332 mujeres, 130 hombres, siete informantes clave de las comunidades y 28 miembros de organizaciones participaron en grupos focales, mesas redondas y entrevistas individuales.
Alianza por la Solidaridad trabaja en Gaza desde hace 22 años en programas de sensibilización, atención y protección en relación con la violencia de género, atención en salud sexual y reproductiva e iniciativas económicas que mejoren las condiciones económicas de las palestinas.