La normativa que regula la prostitución en Alemania, basada en un enfoque liberal, y que normaliza la compra de sexo por parte de prostituidores ha convertido al país en el “prostíbulo de Europa”. Quienes critican este modelo denuncian que en 20 años se ha duplicado el número de mujeres prostituidas en Alemania, llegando a 400.000.
Según denuncia el diario die Welt, y tal y como podemos leer en la traducción de Concha Hurtado en “Traductoras Para la Abolición de la Prostitución”, el último escándalo proviene de las llamadas Gangbang-Partys “fiestas de sexo en grupo” con mujeres embarazadas que son publicitadas en los anuncios.
Resulta interesante el enfoque que el diario da a la noticia, destacando la importancia de regular la práctica de prostituir a embarazadas pensando en “la Unión no quisiera intervenir en el derecho del libre ejercicio de una profesión pero «La protección de los niños va antes”. Los únicos derechos que se violan en esta práctica son, al parecer, los de los no nacidos, no los de las mujeres prostituidas.
Embarazadas deliberadamente para satisfacer a los puteros
El presidente del Comité de la Familia, Paul Lehrieder, se muestra preocupado por “la dignidad del niño/a”, y por eso propone impedir este modelo de negocio y regular hasta qué semanas de embarazo puede una mujer ser prostituida.
Los relatos en torno a estas prácticas sexuales con embarazadas son preocupantes. Según cuenta un ginecólogo que atiende de manera altruista a estas mujeres, “la futura madre está obligada a satisfacer entre 15 y 40 puteros por día”.
Los derechos de las mujeres, grandes ausentes en el enfoque político de la cuestión si nos atenemos a las declaraciones de Lehrieder, son violentados incluso antes del embarazo, tal y como denuncia uno de los psiquiatras que las trata: “Embarazan deliberadamente a las mujeres para satisfacer a los puteros”.
Me parece,VOMITIVO!